Probablemente
ya de mí te has olvidado. Mientras tanto, aquí estoy, en la misma ciudad
y con la misma gente, esperando.
No me he querido ir, aferrándome
a la esperanza de que algún día decidas volver y me encuentres todavía
aquí, en el lugar de siempre.
Sé
que tal vez estoy pidiendo demasiado, que quizás se me olvidó que ya
habíamos terminado.
Pero no puedo evitarlo; cada
rincón de esta ciudad me recuerda a ti, y si vuelves, quiero que todo sea como
ayer. No quiero que encuentres nada extraño; solo deseo que sea como antes,
que podamos volver a ser nosotros.
A
veces me pregunto si alguna vez me quisiste. Parece que solo yo guardé
este amor, un amor que ahora se siente como un eco en mi corazón. Cada día es un recordatorio de que
quizás nunca volverás, de
que quizás mi corazón se aferra a un pasado que ya no existe.
Pero aquí estoy, con la esperanza de que un día te des la vuelta
y me encuentres en el mismo lugar, listo para revivir lo que fue. Aunque
la realidad grite que solo
yo te quise, aquí seguiré, esperando, aferrándome a la ilusión de que un día
volverás.
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