Estos personajes tienen algo en común: Berlioz, Schumann,
Chiacovski, Verne, Darwin, Sibelius y Stravinski.
Sus padres se empecinaron
a toda costa en imponerles la carrera que a ellos les gustaba.
A Berlioz la Medicina y a los otros el Derecho, pero sus hijos
se atrevieron a crear su propio destino.
Verne y Darwin fueron desheredados por padres impositivos, ricos
en dinero y pobres en tolerancia.
Que eso acaeciera hace años es en parte comprensible. Lo cruel
es que aún se da en pleno siglo XXI.
¡Qué falla ver padres que
pretenden manipular a sus hijos! Necesitan amor real y una buena consejería.
Lo único que logran es
que ellos los odien o se conviertan en sumisos e insatisfechos borreguitos.
Mucho habría perdido la humanidad si Verne y Chiacovski hubieran
sido abogados frustrados y Berlioz un médico infeliz
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