Bueno,
hay distintas maneras, pero sé libre y no te apegues a las técnicas.
1.
Es ideal en un sitio calmado, ayuda un aroma y música de
Deuter. Sentado o recostado cierra los ojos y sintoniza con Dios y su amor. O
también si puedes visita un templo religioso: Por ejemplo El Santuario del
Milagroso de Buga (Colombia)
2.
Enfoca tu mente en la respiración consciente: siente el
aire que entra y que sale. Nada más. Paso a paso la controlarás. Sé paciente.
3.
Relaja tu cuerpo despacio, órgano por órgano de pies a
cabeza, sin premura, hasta que estés en total relax.
4. Hasta acá es como se medita en oriente,
pero a veces sin Dios. Mejor
si tú sientes que eres uno con él y con todos.
5. Te ayuda y te aquieta visualizar hermosos paisajes. Rueda un
video ante la mar, en un bosque, una cascada, un templo o un florido jardín.
6. Puedes crear imágenes sagradas o profundizar un texto espiritual,
o perdonarte y perdonar, o enviar linda energía a todos y a la Tierra.
7. Visualiza una clara luz del color que te guste, entra por tu
coronilla y se desliza sin prisa hasta los pies limpiando y sanando tu ser.
Hazlo con fe. Crea un
hábito que pide mucha práctica y repetición.
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