A continuación les proporcionaremos una serie de
sugerencias que le pueden ser de utilidad para salir airoso de los problemas
económicos:
Ponga todas sus deudas en un papel enorme. Téngalo bien a la vista. Esto servirá de recordatorio perenne y además, será un buen aliciente para frenar sus impulsos de gastar.
Cuando vea en los periódicos o en las tiendas
anuncios de ventas especiales, no los examine, a menos que sea algo que tenga
necesidad de comprar.
Limite el
efectivo que lleva en los viajes. Recuerde que la cantidad generalmente
determina cuánto va a gastar.
No emplee el
crédito para comprar artículos pequeños. Concéntrese en pagar en efectivo todo,
hasta las deudas. De esa forma no contraerá más
Sálgase de su
mundo egocéntrico y encuentre un momento en la vida para contribuir a la
felicidad de otras.
Cuando esté a punto de comprar, aléjese de la
venta. Váyase a dar una vuelta. Tómese una taza de café, o un helado. Luego
haga un esfuerzo por cambiar de pensar haciéndose las preguntas: ¿Es que lo
necesito? ¿Es tan importante para mí?...
Fíjese una meta
para salir de las deudas. El alivio y la paz que sentirá una vez que las
elimine servirán para motivarla.
Sea muy
cuidadosa al fijar fechas para fiestas donde sabe que tendrá que gastar de más,
especialmente si se encuentra corta de dinero.
No deseche cosas
que usted considera "trastos viejos". Muchas pueden serle de utilidad
a otras.
Aprender a
regirse por un presupuesto. ¡No se pase! Vigile cada centavo que gaste.
No contraiga más deudas. Esto es muy importante. ¿Por qué no le hace un llamado a toda la
familia para reducir gastos? Declárele la guerra al hábito de gastar, excepto a
los desembolsos necesarios como: el pagar por los alimentos, las utilidades y
las cuentas de la casa. Mantenga este sistema hasta que salde las deudas.
Utilice todo el dinero para abonar lo que tenga atrasado.
Concéntrese en lo que verdaderamente le produce júbilo en la vida. No se sacrifique solamente por lo material.
Concéntrese en lo que verdaderamente le produce júbilo en la vida. No se sacrifique solamente por lo material.
Si las deudas se han constituido en un grave
problema, pondere con cuidado el daño que ocasiona el exceso de gastar. No sólo
en el aspecto económico, sino también por los problemas que esto produce en la
familia. Sea menos egoísta. Así los eliminará.
Y por último, si su esposo o esposa tiene
tendencias a gastar, entonces no sería malo que cada uno tuviese sus cuentas
aparte...
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