En el fondo de todas las equivocaciones
siempre están el orgullo, y la envidia, dijo el pensador Ruskin.
Orgullo, envidia, chisme y egoísmo son
las peores plagas de las relaciones humanas.
No te dejes dominar por ellas porque sufres con un alma árida
y soportas una vida de pesadilla.
El
chismoso y el envidioso pierden
su vida por querer perder la ajena, y se vuelven tristes y amargados.
¿Qué
puedes hacer para estar bien contigo mismo y con los otros? Ante todo conocerte tal cual
eres. Acepta con humildad tus fallas y toma la decisión de cambiar, fiel a un
plan de mejoramiento.
Camina siempre con el Señor, sé el
dueño de ti mismo y
actúa como un ser de luz y
de amor.
Dios te ayuda a convertir el orgullo en
sencillez, la envidia en admiración, el
chisme en respeto y el egoísmo en bondad.
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