Las manipulaciones normalmente vienen disfrazadas en forma de adulaciones, que son herramientas muy peligrosas especialmente para aquellos que están deseosos de recibirlas . Los líderes que ubican su necesidad de ser adorados y elogiados por encima de las necesidades de sus seguidores pueden llegar a ser el objetivo perfecto de aquellos que tienden a abusar de la confianza otorgada .
A muchos se les hace muy difícil en la actualidad distinguir un halago (una apreciación sincera) de una adulación (un elogio excesivo y falso). Esto se debe a que la forma como se han venido forjando las relaciones humanas ha ido cambiando con el paso del tiempo .
En el pasado, las amistades se hicieron de forma lenta y cuidadosa extrema en la experiencia e historia personal. La confianza era algo que se ganaba con el tiempo con la observación del carácter, acciones y decisiones
de una persona.
No obstante, hoy en día, el mundo digital ha inyectado una dosis de velocidad a nuestras vidas; sólo basta con observar cuánto rápido una persona hace amigos, tiene fanáticos, seguidores o contactos en sus redes sociales, y cómo vende su imagen y la de su compañía en los medios sociales. Al parecer, muchos corren una carrera contra el tiempo para incluir tantas personas en sus esferas de influencia como sea posible.
Con este cambio en la forma de entablar relaciones, la sinceridad ha quedado en el lado oscuro de las redes sociales , y ahora son las adulaciones las que se han convertido en la moneda de cambio en las plataformas sociales . Ante esta realidad, los líderes deben estar conscientes de su grado de influencia en sus seguidores: las adulaciones escucharán a medida que haya más influencia . La clave estará en distinguir los comentarios realmente sinceros de los falsos .
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