La felicidad no llega
cuando conseguimos lo que deseábamos; la felicidad llega cuando disfrutamos lo que tenemos.
No persigas a las personas. Sé tu mismo, haz lo tuyo y trabaja duro.
Las personas correctas, las que de verdad pertenecen a
tu vida llegarán a ti, y se quedarán.
No necesitas cruzar el
océano para vivir una experiencia inolvidable... una salida a la playa, al campo, al lago o al bosque, con
las personas correctas y una actitud positiva, es una increíble aventura.
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