Para
poder seguir con nuestra vida y disfrutarla de una manera plena debemos
aprender a perdonar y a sanar aquello que nos hizo daño en el pasado
Perdonar no es una cuestión sencilla. Cuando comiences a
dejar atrás lo que te dañó, entonces comenzarás a sanar. Te sentirás feliz de
no llevar en tu alma las heridas ni la huella de los males que te ocasionaron.
Ya es suficiente con que los hayas soportado una vez.
¿Para qué seguir cargando y darle la importancia que no tiene? ¿No basta que
los hayas vivido y soportado en su momento, como para seguir evocando el dolor
y la pena que te provocaron?
Anímate
a sanar de una vez por todas. Esto requiere valor, amor y entendimiento. Aquí
te damos 5 pasos para continuar.
1.
Reconoce que la falta de perdón está afectando tu vida
Debes aceptar y comprender que esa persona te hizo daño y
que realmente está afectándote. Reconoce que si decides perdonar es porque te
lo mereces. No se trata de la persona que te lastimó, sino que te hará bien a
ti mismo.necesitas perdonar
Ir acumulando este daño solo logrará que estés
malhumorado, amargado y con mucho resentimiento. Debes lograr, de cierta
manera, trabajar con tus sentimientos, para que el perdón sea verdadero.
Así lograrás estar sin presiones.
Ante todo, mantén
la calma, para eliminar el enojo y manejar el estrés. Trata de pensar en algo
que te dé tranquilidad.
Puede ser pensar en una persona muy cercana y querida o
sustituir imágenes negativas por positivas.
No niegues la situación, ni la evadas. Trata de
afrontarla y de darle el valor real a la ofensa, sin las cargas emocionales que
puedas haber vivido en el pasado.
2.
Reflexiona si realmente quieres seguir sin perdonar
Este paso es muy importante. Debes analizar muy bien y
visualizar si quieres continuar y dejar atrás el asunto para comprometerte
contigo mismo.
Recuerda que perdonar no es olvidar, porque hay
cuestiones que no se te olvidarán.
Eso sí, asegúrate de que estas no interfieren en tu vida
y que te dejan vivir el presente sin ningún tipo de rencor.
El perdón no es para ayudar a la otra persona. Te servirá
a ti para mejorar tu vida, por ello es indispensable.
Tú eres el único dueño de tus actos y responsable de tus
decisiones no debes dejar que la persona que te hizo daño tenga el poder sobre
ti.
Elegir el camino menos doloroso y superar obstáculos no
significa que debas volver con esa persona o justificar lo que hizo.
Perdonar implica quitarle el poder de seguir haciéndote
daño y dejarlo atrás.
3.
Expresa lo que sientes
Es indispensable liberar tus sentimientos y expresar lo
que sientes a la persona que te hizo daño. Esto no quiere decir que debas
hacerle frente, porque esto generará un problema aún mayor. Recuerda que todo
lo que haces, lo haces para ti.
Antes de hablar con esa persona, primero debes aclarar
tus ideas y pensar muy bien lo que dirás.
Trata de no guardarte nada, hasta que, de alguna manera,
te sientas aliviado. Expresa por qué te sientes tan mal o escribe todo lo que
te pasa: tus enojos, rabias, tristezas.
No importa si te sobrepasas: lo importante es que sientas
que expresas todo tu dolor. Esta carta no necesariamente se la enviarás a la
persona que te causó daño. Esta carta será para ti, para descargar tu dolor y
luego la puedes guardar o quemar.
No debes menospreciarte. Es muy importante que te des
cuenta de que mereces ser tratado con respeto, así reconoce y expresa todos los
aspectos negativos hacia esa persona.
4.
Acepta tus fallos
Dentro de ti se esconden emociones muy dañinas causadas
por no saber perdonar a tiempo, como la humillación, la tristeza, el rechazo y
la decepción. Es importante que los aceptes y trates de ponerte en el lugar de
quien te hizo daño.
llorar
A veces, juzgamos en exceso y no nos damos cuenta de que
hubiéramos hecho lo mismo en iguales circunstancias. Quizás no es algo que
quieras hacer, pero es necesario.
No te guardes nada ni cuestiones ninguna situación.
Visualiza otras circunstancias en las que te hayas sentido de igual manera y
piensa si realmente esas actitudes o actos merecen la importancia que les estás
dando.
No tienes que compartir sus valores, opiniones, su forma
de pensar ni sentir. Esto tampoco quiere decir que trates de justificar: solo
debes comprender que las personas son más que sus acciones y las veces que se
equivocan.
5.
Deja ir la situación
Anímate. Sigue adelante y no mires hacia atrás. Debes
tener claro que el perdón no es acto que sucede de un día para otro.
En realidad, es un proceso que lleva su tiempo y que se
debe asimilar. El tiempo necesario para dar todo por concluido depende de cada
uno.
Solo tú puedes saber cuánto tiempo necesitas para avanzar
y olvidar todo lo sucedido. No te aferres a los sentimientos negativos y dale
cabida al perdón.
Solo necesitas estar frente a esa persona y decirle “te
perdono”. Luego sentirás que todo mejora y te sientes más libre.
Recuerda
que perdonar es un proceso que te permitirá continuar y avanzar sin que ningún
hecho o persona afecte tus futuras relaciones o tu presente.
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