- "De tanto perder, aprendí a ganar; de tanto llorar, se me dibujó la sonrisa que tengo.
- Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
- Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.
- Me asombro tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.
- Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía
- Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a esperar que me pidieran ayuda.
- Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto, como debe ser (incluyéndome).
- Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo, y los demás que hagan lo que quieran.
- Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
- Aprendí que en esta vida nada es seguro, sólo la muerte. por eso disfruto el momento y lo que tengo.
- Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mí me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea.
- Que la verdadera amistad sí existe, pero no es fácil encontrarla.
- Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.
- Que ser fiel no es una obligación, sino
un verdadero placer
cuando el amor es el dueño de ti. Eso es vivir.
- La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sinsabores. Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables.
- Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas, con la ayuda de Dios.
- Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre.
- Y no te esfuerces demasiado, que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan. Lo mejor está por venir.”
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