"Los
ríos no beben su propia agua; los árboles no comen sus propios frutos. El sol
no brilla para si mismo; y las flores no esparcen su fragancia para si mismas.
Vivir para los otros es una regla de la naturaleza. (...)
REFLEXIONES DE UN PSICOLOGO
A menudo nos enfocamos tanto en dar y servir a los demás que olvidamos cuidar de nosotros mismos. Somos como ríos que fluyen incansablemente, pero que nunca beben de sus propias aguas. Es crucial recordar que, para poder ayudar a otros, primero debemos llenarnos a nosotros mismos. Tómese el tiempo para recargar, reflexionar y nutrir su propio bienestar. Practique la autocompasión, establezca límites saludables y aprenda a decir que no cuando sea necesario. Recuerde que cuidar de usted no es egoísta, sino un acto de amor propio que le permitirá ser más efectivo y generoso con quienes lo rodean. Deje que su propio vaso se llene primero.
UN BUEN EJEMPLO DE REFLEXION
La vida es buena cuando tu estás feliz; pero la vida es
mucho mejor cuando los otros son felices por causa tuya"!!!
Un buen ejemplo a seguir, en estos momentos tormentosos
que estamos viviendo.
Una joven conducía junto con su padre y se toparon con
una tormenta. La joven le preguntó a su padre: ¿Qué debo hacer?
Su
Padre le dijo: "Sigue conduciendo".
Los carros empezaron a orillarse, la tormenta estaba
empeorando.
Qué
debo hacer papá?
-"Sigue
conduciendo", respondió su Padre.
Más adelante, un trailer también se estaba orillando.
Ella le dijo: "Papá, debo detenerme? Es terrible y todo el mundo se está
deteniendo!"
Su Padre le dijo: "¡No, sigue conduciendo!"
Ahora la tormenta era más fuerte, pero ella obedeció a su
papá, y pronto pudo ver un claro más adelante. Después de un par de kilómetros
volvió a estar en una zona tranquila, calmada y con el sol.
Su
padre le dijo: "Ahora puedes parar y salir."
Ella dijo: "¿Pero por qué ahora?"
Él le dijo: "Cuando salgas, mira atrás, todas las personas que se
rindieron todavía están en la
tormenta, tú no te rendiste y tu
tormenta ha quedado atrás.
Si estás pasando por "tiempos difíciles".
Recuerda aunque
todos los demás, incluso los más fuertes, se detengan o se den por
vencidos, tu sigue adelante, porque pronto tu tormenta terminará y el Sol
brillará y resplandecerá sobre ti otra vez...
Isaías 60:1-5
¡Nunca te
rindas!
TU PUEDES !!!*
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