FRASES SOBRE LA AMISTAD
Un amigo CUALQUIERA nunca te ha visto llorar.
Un amigo VERDADERO tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.
Un amigo CUALQUIERA te dice lo fácil que es salir de un problema.
Un amigo VERDADERO discute contigo para tener una solución y te apoya aun cuando esta no salga BIEN
Un amigo CUALQUIERA trae una botella de vino a tu fiesta.
Un amigo VERDADERO llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.
UN AMIGO VERDADERO ESTARA CONTIGO EN LAS BUENAS O EN LAS MALAS Y SIEMPRE ESTARÁ AHÍ PARA TI.
En la frase: "un amigo verdadero", la palabra “verdadero” redunda.
Todo mi patrimonio son mis amigos. (Emily Dickinson)
Un verdadero amigo es aquel que entra cuando todos los demás se van.
Mucha gente entra en y sale de su vida a lo largo de los años. Pero solo los verdaderos amigos dejan huellas en su corazón.
Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.
La amistad duplica nuestras alegrías y divide nuestra tristeza.
Los mejores amigos son como las estrellas, aunque no siempre se ven, sabes que están ahí.
Un amigo es como un trébol, es difícil de encontrar y da buena suerte.
Un amigo es aquel que conoce todos tus defectos y a pesar de ello te quiere.
La amistad supera a las circunstancias.
Todo mundo quiere tener un amigo, pocos se toman la molestia de ser uno.
Un Amigo nunca te dice lo que Tú quieres escuchar, te dice la verdad y lo que es mejor para ti.
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE: Los amigos son la familia que uno escoge
Queridos hermanos y hermanas,
En la vida, Dios nos bendice con la familia en la que nacemos y con los amigos que elegimos. Los amigos son la familia que uno escoge, regalos divinos que enriquecen nuestro caminar. En ellos encontramos consuelo, apoyo y amor incondicional. Como Jesús dijo: "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos" (Juan 15:13).
La Biblia nos enseña que "es mejor tener dos que uno, porque si uno cae, el otro lo puede levantar" (Eclesiastés 4:9).
Apreciemos y cuidemos a estos hermanos del alma, pues en la amistad auténtica descubrimos la presencia viva de Cristo, que nos enseña a amar y a ser amados sin condiciones.
Que Dios les bendiga siempre.
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