ACEPTA ESTE HOY TAL COMO ES

En la vorágine de la vida, a menudo nos vemos atrapados en una lucha constante entre lo que queremos que sea nuestro presente y lo que realmente es. Anhelamos un hoy perfecto, idealizado, sin errores ni obstáculos, pero la realidad muchas veces difiere de nuestras expectativas.

Aceptar este hoy tal como es implica un acto de valentía y de liberación. Significa dejar de resistirse a lo que no se puede cambiar y abrazar cada aspecto de la realidad con gratitud y comprensión.

No se trata de resignación, sino de reconocer que cada momento, cada experiencia, es una pieza crucial en el rompecabezas de nuestra vida. Cada alegría, cada desafío, nos moldea y nos enseña lecciones valiosas que nos llevan hacia nuestro crecimiento personal.

A menudo, la lucha contra la realidad nos lleva a sufrir innecesariamente. Anclados en el deseo de un hoy diferente, perdemos la oportunidad de apreciar lo que ya está frente a nosotros: las pequeñas alegrías, las lecciones ocultas en las dificultades y las conexiones humanas que nos nutren.

Aceptar este hoy tal como es nos brinda la libertad de soltar la carga del pasado y la ansiedad por el futuro. Nos permite vivir plenamente en el momento presente, sin la pesada carga de la comparación o el arrepentimiento.

Cuando abrazamos el presente con aceptación, cultivamos la serenidad y la paz interior. En lugar de luchar contra lo que no podemos cambiar, enfocamos nuestra energía en lo que sí podemos controlar: nuestra actitud, nuestras acciones y cómo elegimos enfrentar cada situación.

La aceptación no implica inacción; más bien, nos libera para tomar decisiones conscientes y constructivas en el presente. Nos permite encontrar el equilibrio entre la ambición y la gratitud, entre el deseo de progresar y la apreciación por lo que ya está presente en nuestras vidas.

Así que, mientras construimos el camino hacia un futuro mejor, recordemos la importancia de aceptar este hoy tal como es. Aprendamos a valorar cada momento, a abrazar las lecciones que nos ofrece y a encontrar la belleza en la imperfección. Porque al aceptar plenamente este hoy, encontramos la clave para una vida más plena, más consciente y más significativa.

REFLEXION

Acepta este hoy tal como es con sus luces y sus sombras porque todo es perfecto en su aparente imperfección. 

Este hoy, con todas sus manchas o desagrados, con su insatisfacción y desilusión, es perfecto para nuestro aprendizaje.

Solo aprende a ver en él todo lo bueno de los humanos que suele quedar oculto por el mal que se destaca sobremanera. 

Admira la capacidad del hombre para transformar la realidad, sacar bienes de los males y realizar buenas acciones. Hoy no es peor que ayer. 

En 1721 el Maestro Bach compuso la preciosa cantata 147. La última parte “Jesús alegría de los hombres” es una de sus más bellas melodías.

La tituló así: El corazón y la boca, y las obras y la vida (Herz und mund und tat und leben) y toda ella es un canto a la fe el amor y la esperanza.

Meses antes había enterrado a María Bárbara su primera esposa y se quedó con seis huérfanos. Con ella tuvo 13 hijos y 7 murieron pequeños, como era común en esos tiempos. 

Pero Bach tenía una fe inconmovible. Tenía a Dios en su corazón y en su boca, en sus obras y su vida. Aprende de él e irradia fe y esperanza.