DECÁLOGO DE ABRAHAM LINCOLN

Quién fue Abraham Lincoln

Abraham Lincoln fue uno de los presidentes más icónicos y admirados de la historia de Estados Unidos. Nacido en una humilde granja de Kentucky, Lincoln se elevó desde sus orígenes modestos para convertirse en un líder político y moral de gran envergadura. Como presidente durante la Guerra Civil Estadounidense, Lincoln lideró al país a través de su mayor crisis, preservando la unión y aboliendo la esclavitud. Su inquebrantable compromiso con la igualdad, la justicia y la libertad lo convirtieron en un símbolo de esperanza y progreso para millones de personas. El legado de Lincoln como estadista, orador y defensor de los derechos humanos sigue inspirando a las generaciones futuras.

1.- Usted no puede crear prosperidad desalentando la Iniciativa Propia.

2.- Usted no puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte.

3.- Usted no puede ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes.

4.- Usted no puede ayudar al pobre, destruyendo al rico.

5.- Usted no puede elevar al asalariado, presionando a quien paga el salario.

6..- Usted no puede resolver sus problemas mientras gaste más de lo que gana.

7.- Usted no puede promover la fraternidad de la humanidad, admitiendo e incitando el odio de clases.

8.- Usted no puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.

9.- Usted no puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa.

10.- Usted no puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

"Un político puede engañar a unos todo el tiempo, y puede engañar a todos por algún tiempo. Pero lo que no podrá lograr es engañar a todos todo el tiempo".

Un mensaje para la humanidad

Queridos conciudadanos,

En estos tiempos de desafío, recordemos que la verdadera fuerza de una nación reside en la unidad y la compasión. Nuestra capacidad de superar divisiones y trabajar juntos por el bien común es lo que nos define. La libertad y la igualdad son pilares fundamentales que debemos proteger con diligencia y valor. Cada acto de justicia y bondad fortalece el tejido de nuestra humanidad compartida. Que no olvidemos jamás que todos somos hermanos, con un destino común. Juntos, con firmeza y determinación, construyamos un futuro donde la dignidad y el respeto prevalezcan.

Abraham Lincoln