Durante
los primeros días después de dejar de fumar, pase el mayor tiempo posible en
lugares públicos en los que no se permite fumar. (En bibliotecas,
centros comerciales, museos, teatros, restaurantes que no tengan barras e
iglesias por lo general no se fuma).
Cuídese más. Beba agua, aliméntese bien y duerma lo suficiente. Esto podría
ayudarle a obtener la energía necesaria para lidiar con la tensión.
No
consuma alcohol, café ni cualquier otra bebida que usted asocie con fumar
por al menos varios meses. Trate algo diferente, tal vez diferentes tipos de
jugos de frutas 100% naturales, bebidas deportivas y aguas. Procure consumir
bebidas que sean bajas en calorías o sin calorías.
Si
extraña la sensación de tener un cigarrillo en su mano, agarre otra cosa,
por ejemplo: un lápiz, un clip, una moneda o una canica.
Si
extraña el tener algo en su boca, intente con palillos de dientes,
palitos de canela, chicle sin azúcar, paletas sin azúcar o apio. Algunas
personas mastican un popote (sorbete o pajilla) o un palillo para agitar
bebidas.
Evite
la tentación manteniéndose alejado de actividades, personas y lugares que
asocie con fumar.
Fórmese
nuevos hábitos y haga un ambiente de no fumar a su alrededor.
Prepárese
para lidiar con las situaciones o crisis futuras que pudieran llevarle a
fumar nuevamente y piense sobre todas las razones importantes por las que
decidió dejar el hábito. Para que recuerde estas razones, coloque una foto de
las personas que son más importantes para usted en un lugar donde la vea todos
los días o mantenga una foto de estas personas en su teléfono celular.
Respire
profundamente para así relajarse. Imagínese sus pulmones llenos de aire
limpio y fresco.
Recuerde
su meta y el hecho de que sus ansias para fumar se reducirán con el paso
del tiempo.
Piense
sobre qué maravilloso es que haya dejado de fumar y tener una vida más
sana. Si comienza a ceder ante las ansias de fumar, recuerde su meta. Recuerde
que dejar de fumar es un proceso de aprendizaje. Sea paciente con usted mismo.
Cepíllese
los dientes y disfrute del sabor refrescante.
Haga
rondas breves de ejercicios (como alternar entre tensar y relajar los
músculos, hacer lagartijas y sentadillas, subir las escaleras o tocarse los
dedos de los pies).
Llame
a un amigo, familiar para dejar de fumar cuando necesite ayuda adicional
o apoyo.
Coma
de cuatro a seis comidas pequeñas durante el día en vez de una o dos
comidas abundantes. Esto mantiene sus niveles de azúcar en la sangre
constantes, su energía en equilibrio y ayuda a prevenir el deseo de fumar.
Evite
comidas dulces o condimentadas que puedan provocar el deseo de fumar.
Ante
todo, recompénsese a sí mismo por hacer su mejor esfuerzo. Hágalo con
tanta frecuencia como corresponda para mantener su motivación. Planee hacer algo divertido.
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