Marc Berman, investigador del Instituto Rotman de Investigaciones, de Toronto, y sus colegas están estudiando si interaccionar con la naturaleza puede ser terapéutico para las personas que sufren de ciertos desórdenes mentales (por ejemplo, depresión y ansiedad) . Este trabajo sigue otras investigaciones parecidas a las realizadas en la Universidad de Michigan, en las que se demuestra que nuestra memoria y capacidad de atención mejoran en un 20% cuando hacemos una pausa y caminamos por un arboreto. En cambio, cuando caminamos por una calle ruidosa, no mejoran para nada nuestras capacidades cognitivas .
"No obstante, tenemos que disfrutar de la caminata para obtener los beneficios", señala Berman. "Lo que nos gusta no es no obstante beneficioso". Según los investigadores, las imágenes de la naturaleza activan la llamada "atención involuntaria", que entra en juego cuando nuestros mentes se sienten atraídas inconscientemente por algo interesante que no requiere de nuestra concentración; por ejemplo, un cuadro de un paisaje. Podemos seguir hablando y pensando mientras notamos el elemento. En cambio, los individuos dependen de la "atención directa" cuando necesitan se encuentran en el trabajo o en una amenaza (por ejemplo, el tránsito cuando debemos cruzar la calle). Este tipo de atención puede empezar a fallar cuando la usamos por demasiado tiempo.Pero es posible que al activar la atención involuntaria le demos tiempo a la atención directa para que se recupere.
El momento en el que se hace la pausa tambien es importante . Las personas no mejoran sus capacidades cognitivas cuando están apuradas o bajo mucha presión . En casos, tal vez sea mejor seguir trabajando estos. Los investigadores han descubierto además que los beneficios de la "pausa para tomar café", tan populares entre los trabajadores, no están claros. Es cierto que la cafeína revigoriza el cuerpo y la mente, pero esto no obstante se traduce en un mejor desempeño.
Por otra parte, si bien es cierto que necesitamos una pausa luego de trabajar un rato, es posible que nos demos un "empujón" más allá de lo que creemos que podemos hacer con sólo creerlo. Según estudio publicado en septiembre en una revista de psicología, la gente que cree que tiene una fuerza de voluntad ilimitada puede trabajar más (sin desmejorar su desempeño) que la gente que cree que tiene una fuerza de voluntad limitada. La conclusión es que podemos darnos un mayor impulso durante un período de concentración (por ejemplo, cuando estudiamos para un examen) si creemos que tenemos una fuerza de voluntad ilimitada.
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