Nuestros pensamientos son
las semillas que forjan nuestras vidas. La mente puede compararse con un jardín
y su cultivo es, al mismo tiempo, un trabajo y un camino espiritual.
Los soñadores son los salvadores del mundo.
La visión que glorifiques
en tu mente, el ideal que ganó el trono de tu corazón. Con esto construirás tu vida, en eso te
convertirás.
Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble,
algún día lo realizará.
Los buenos pensamientos llevan hacia los buenos frutos.
Nuestra vida es nuestro pensamiento. Cuando un
hombre cambia sus pensamientos hacia las cosas y las personas, las personas y
las cosas cambian.
Las circunstancias no hacen
al hombre, ellas lo
revelan.
Tus circunstancias pueden
no ser de tu agrado, pero
no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo.
El control de ti mismo es poder; El
pensamiento correcto es maestría, la calma es poder.
Un hombre es literalmente
lo que piensa, siendo su
carácter la suma de todos sus pensamientos.
Los compositores,
escultores, pintores, poetas, profetas, visionarios, ellos son los hacedores del mundo, los
arquitectos del cielo.
El hombre debe concebir un propósito legítimo en su corazón, y luchar
por alcanzarlo.
Todo aquello que logran o
dejan de lograr en su vida, es
el resultado directo de sus pensamientos.
Ellos son forjadores de sí
mismos...
En todos los asuntos
humanos hay esfuerzos, y hay
resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado.
El roble duerme en la
bellota; el ave espera en el huevo... Los sueños son las semillas de la realidad.
El cuerpo es el siervo de la mente, obedece a
las operaciones de la mente, sean estos deliberados o automáticos.
Un hombre es lo que piensa que es.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino
aquello que son.
El hombre que no se encoge ante su propia
crucifixión nunca fallará
en alcanzar el objetivo que se traza en su corazón.
Aquel que ha conquistado a
la debilidad, y ha alejado de sí pensamientos egoístas, no pertenece a opresores ni a oprimidos. Él
es libre.
Los hombres están
impacientes por mejorar sus circunstancias, pero son poco los que están
dispuestos a mejorarse; por lo tanto siguen estando en las mismas circunstancias.
Querer es poder; soñar es lograr.
Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos
dulces y amargos que él mismo siembra.
No consigue el hombre aquello que desea y por lo que ora, sino aquello
que con justicia se gana. Sus deseos
y plegarias sólo son gratificadas y atendidas cuando armonizan con sus pensamientos y acciones.
Cuanto más tranquilo haga las cosas un hombre, mayor será su éxito, su influencia, su energía. La tranquilidad de la mente es
una de las joyas hermosas de la sabiduría.
Aún en el nacimiento el
alma se revela, y en cada
paso de su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la
revelan, que son el
reflejo de su propia pureza o impureza, su fortaleza y debilidad.
No puede haber progreso ni
logro sin sacrificio, y el éxito terrenal de un hombre se logrará en la medida que sacrifique sus
pensamientos animales y confusos, y concentre su mente en el desarrollo de
planes, y el fortalecimiento de su resolución y auto-confianza.
Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu
corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus más puros pensamientos, de ellos crecerán
condiciones encantadoras, un ambiente celestial; de ellas se construirá, si te
mantienes fiel, tu mundo.
Sueña nobles sueños, y mientras sueñes te convertirás. Tu
visión es la promesa de lo que un día serás. Tu ideal es la profecía de lo que un día llegarás
a revelar. Los
logros más grandes fueron al inicio y por un tiempo un sueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios