Los
expertos en vehículos son inteligentes cuando ordenan revisar un auto cada 5.000 kilómetros .
Y la revisión no se hace porque algo anda mal, es preventiva, no reactiva. Es cuidar algo antes que se deteriore. ¿Por qué entonces las parejitas no hacen con amor una
revisión cada tanto? Sería actuar con inteligencia emocional, porque
todo tiene un desgaste. No
hay 'servitecas de amor', pero sí hay buenos guías y buenos talleres o charlas
para mejorar.
Y es que un sueño en el que se han puesto
tantas ganas y expectativas merece ser cuidado y reforzado. Las parejas que cada tanto
cuidan y afianzan su relación están más cohesionadas y preparadas para las
crisis. Ojo busca ayuda hoy, no cuando una grieta pequeña es ya un inmenso
cráter. El amor debe ser tu prioridad Uno A. Es falso que el amor se muera así
solito, sólo se marchita cuando no lo cuidas. Elige amar el amor.
Todos
los días debes hacer depósitos en una cuenta bancaria: la cuenta afectiva o
emocional que crece con aprecio, detalles, tiempo compartido, sinceridad,
confianza, ternura y respeto. Si te esmeras por consignar cada día, tus
relaciones estarán muy bien y
poco se notarán los retiros. Eso sí, que tus retiros no sean demasiado
altos.
¿Cómo está tu cuenta afectiva? ¿Crece día a
día o estás sobregirado? Los novios se enamoran, porque consignan sin cesar
como los buenos esposos y los padres con sus hijos. Pero hay otros que,
obsesionados con el trabajo, no dedican tiempo a sus seres queridos ni a sí
mismos. En lugar de consignar, retiran con su mal carácter, desamor, engaños o
su apatía. Y peor están los que abren otras cuentas y allá sí hacen sus
depósitos. ¡Cuida tu cuenta afectiva!
Ya sabes que el amor hay que protegerlo, sí lo
sabes, ¿pero acaso lo sientes y lo vives? Un fumador sabe que pueden morir de
enfisema pulmonar, pero nada se gana con saber. Hay un gran abismo entre tener
información y tomar conciencia para cambiar. Eres Consciente cuando haces un plan de acción y de
verdad abonas, riegas y cuidas tu amor. En términos contables algunos en su
relación ya no tienen un PyG, sino un PyP: pérdidas y pérdidas.
Las ganancias se dieron en el noviazgo y en la
primera etapa, y ahora la relación sobrevive por inercia. Una lástima, porque
dando lo mejor, ganarían salvando una relación que se puede renovar. Pide a
Dios su luz, toma conciencia y dale al amor toda su importancia, ya que sin él
tienes cosas o poder, pero no la felicidad. Para mejorar tu PyG, sé respetuoso
y tolerante, afina tu capacidad de escucha, innova y sorprende al otro con
detalles inesperados.
Sé
paciente, aprende a perdonar y a perdonarte, acéptate y acepta. Valora las
diferencias, sé generoso y cultiva el buen humor. Pon tus relaciones en las
manos de Dios. Sé cada vez más espiritual, porque el amor viene de Dios y sin
Él se marchita pronto.
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