FRASES Y PENSAMIENTOS DE MARILYN MONROE 4

 

68. Si yo soy una estrella, entonces la gente me hizo una estrella.
El público la convirtió en el icono que para muchos de nosotros es hoy en día, pero la realidad es que existía una mujer muy profunda y emocional detrás de esa fachada.
 
69. Los perros nunca me muerden, sólo los seres humanos.
Los perros suelen ser mucho más leales que las personas, un perro siempre demostrará su amor por ti de una forma totalmente incondicional.
 
70. Una mujer no puede estar sola. Necesita un hombre. Un hombre y una la mujer se apoyan y se refuerzan mutuamente. Ella simplemente no puede hacerlo por sí misma.
Vivir en pareja puede ayudarnos en muchos aspectos de nuestra vida, siempre y cuando la persona con la que estemos sea realmente la correcta.
 
71. En Hollywood la virtud de una chica es mucho menos importante que su peinado.
 
72. No me importa hacer bromas, pero no quiero parecer una.
 
73. No sé quién inventó los tacones altos, pero todas las mujeres le deben mucho.
 
74. Siempre he tenido un gran talento para irritar a las mujeres desde que tenía catorce años.
Su atractivo físico y su aguda personalidad, hacían que las mujeres de su alrededor llegasen a dudar de sí mismas. Algo que sin duda le acarrearía más de una enemiga.
 
75. No soy una víctima de conflictos emocionales, soy humana.
 
76. Los amigos te aceptan como eres.
 
77. Vivo para tener éxito, no para complacerte a ti o cualquier otra persona.
Su éxito no dependía de ningún tercero, siempre fue ella misma la que tuvo el control total de su carrera.
 
78. El respeto es uno de los grandes tesoros de la vida.
 
79. A veces siento que toda mi vida ha sido un gran rechazo.
Monroe fue una persona que siempre buscó la aprobación y admiración de los demás, una forma de pensar que sin duda compartió con una gran cantidad de actores de todos los tiempos.
 
80. Nunca me han importado especialmente los deportes al aire libre y no deseo sobresalir en el tenis, la natación o el golf. Dejaré esas cosas a los hombres.
Los deportes nunca fueron su fuerte, su vida ya era de por sí lo bastante ajetreada. La lectura era por el contrario una actividad de la que disfrutaba asiduamente.