Los logros y las metas en
la vida llegan cuando tú lo permites.
La preocupación, el
resentimiento, la ira, la envidia y el miedo impiden que alcances tus metas. Cuanto más aprendas a liberarte
de todas las influencias negativas, más fácil será para ti alcanzar la riqueza
de la vida.
¿Cuántas experiencias importantes y enriquecedoras te has
perdido porque estabas
preocupado por lo que los demás pudieran pensar de ti?
¿Cuántos días hermosos has desperdiciado por estar lleno de preocupaciones,
de resentimiento, o de miedo?
Tienes tantos lugares que
te gustan y que vale la pena visitar.
Hay tantas cosas
gratificantes que puedes hacer.
Comienza desde hoy a
seguir esos buenos propósitos que tienes en tu interior y que Dios
tiene guardados para ti. Deja que los pensamientos y las percepciones negativas se alejen de ti
tan rápido como lleguen.
Abre tu espíritu, y
permite que tus mejores sueños cobren vida. Recuerda quién eres realmente y
permítete alcanzar la riqueza de la vida que se logra viviendo en paz y armonía.
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