Informarse
y elegir bien al cirujano reduce los riesgos.
Seroma es una complicación que pueden sufrir
las mujeres con implantes mamarios. Se trata de un acúmulo de líquido que
molesta y puede causar dolor, deformidad e incluso infecciones.
Esto preocupa no sólo a quienes tienen estas
prótesis, sino también a aquellos que piensan someterse a la cirugía para
aumentar el volumen de los senos.
Aunque
estos problemas son poco frecuentes, se pueden reducir los riesgos conociendo
lo mínimo sobre los implantes y la cirugía.
¿Cómo
se calcula el tamaño del implante?
Para que armonice con la contextura de cada
persona, deben tenerse en cuenta la base del implante (el tamaño que ocupa
sobre el tórax) y la proyección (qué tanto va a sobresalir). La idea es que no produzca
molestias en la espalda ni estrías en la piel.
¿De
qué están hechos?
Tienen dos componentes: la membrana que los
cubre y un contenido de solución salina (cada vez se usa menos) o de gel
autocohesivo de silicona, que mantiene su estructura tridimensional, con un
riesgo de ruptura menor.
¿Hay
que cambiarlos periódicamente?
Algunos fabricantes dan garantía de por vida; sin embargo, hay
indicaciones claras para reemplazarlos: en caso de ruptura (cuyo riesgo es
mínimo) y de contractura de la cápsula que los rodea; cuando el paciente quiere
y si hay cáncer de seno.
¿Qué
es la contractura capsular?
Como el implante es un cuerpo extraño, el
organismo lo envuelve con una membrana (cápsula). Aunque no es frecuente, a
veces ésta puede contraerse y
deformar el implante.
1. ¿Quién y dónde?
Tres factores aumentan la seguridad: un
cirujano plástico experto, que haga parte de la Sociedad de Cirugía Plástica;
la toma juiciosa de exámenes médicos y paraclínicos exhaustivos, y la práctica de la cirugía en
sitios habilitados.
2. Exámenes
Además de un análisis de los antecedentes y el
examen físico, se
recomiendan estudios con ecografía a mayores de 30 años y con mamografía a
mayores de 40 años. Deben tenerse en cuenta los embarazos y el riesgo de
cáncer.
3. Ubicación
Dependiendo
del caso, los implantes se ubican total o parcialmente
debajo de la glándula mamaria o del músculo pectoral. Eso permite mantenerlos
en posición por un tiempo indefinido y hacer controles periódicos.
4.
Mitos
Estudios han demostrado que no hay relación
directa entre el uso de implantes y la aparición de cáncer de seno. Si la cirugía se hace bien, los
implantes no alteran la lactancia; tampoco, la sensibilidad.
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