Seguramente usted ha escuchado hablar de las personas que están en el 'Club de la S. 3': solteros, separados o solos. Las estadísticas demuestran, que este grupo ha crecido con desmesura y seguirá haciéndolo. La razón más fuerte son los cambios de los hombres, de las mujeres y de las relaciones entre ellos. Veamos algunos datos que nos ponen a pensar:
1. Hace años, en la antigua Esparta, al hombre que a los 30 años estaba soltero lo desterraban o lo aislaban socialmente.
2. Hoy en día, en el Reino Unido, calculan que en el 2030, la mitad de las personas estarán solteras.
3. Según las estadísticas 14 por ciento de los 'hogares' de Bogotá son unipersonales, una realidad creciente en el mundo. El hecho es que en la sociedad que llaman postmoderna, prevalece un miedo soterrado o abierto al compromiso. Muchos no quieren casarse ni tener hijos y acrecientan la lista de los solteros, los solos y los separados.
¿Está en crisis el matrimonio? Obvio que sí. ¿Hacia dónde evoluciona? Hacia unas relaciones más libres y temporales. El arquetipo de 'relación para toda la vida' está agrietado y, de hecho, no existió desde siempre. Esto asusta a los moralistas, pero la historia se abre paso por otros rumbos y nada la detiene. Entonces, lo que necesitamos es salir del Club de la S y entrar al 'Club de las D.5'. En otras palabras, cultivar un amor libre y liberador con estas cinco actitudes:
1. Darse y dar. Amar es darse y dar sin esperar recibir, sin hacer trueques. Si ambos lo hacen, entonces también reciben, porque hay reciprocidad. El reto es cultivar un amor de entrega ilimitada y generosidad constante.
2. Dedicación. Amar es un arte y todo arte pide compromiso y perseverancia. ¡Qué bueno hacer de la relación una obra maestra, como lo busca el buen artista con un cuadro o una escultura! Eso pide disciplina, estar siempre ahí, querer lo que se hace y no evadirse ante los obstáculos.
3. Diálogo. De palabras, gestos y también de sentimientos. Lograr una comunicación serena, asertiva y abierta a los acuerdos. Si el diálogo es amoroso la relación no se convierte en una batalla de egos y no hay luchas de poder. Eso se logra con respeto, tolerancia y comprensión.
4. Detalles. Con ellos nace el amor y sin ellos se marchita.
Lastimosamente, los novios viven llenos de hermosos detalles y gratas sorpresas que poco a poco se evaporan y, un día, se pierde eso que la Biblia llama "el amor del principio". Amar es renovar en cada amanecer el compromiso de crecer con alguien.
5. Dios. Él es Amor, y solo con su presencia logramos construir relaciones armónicas y perdurables. Lo triste es que pocas parejas cultivan una fe intensa y solo lo buscan en la necesidad. Está demostrado que los que viven conectados con Dios aman de corazón, crecen en las crisis y llegan al otoño unidos y serenos.
¿En qué club quiere estar usted?
Elija amarse y amar para poder ser feliz.
GGG
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