La
bioinformática ha detallado la evolución de un gen que codifica un azúcar muy
perjudicial para la salud humana, y ayuda a definir qué animales son más aptos
para el consumo.
En
2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe concluyendo
que la carne roja era "probablemente carcinogénica para los seres
humanos". Un anuncio que no hizo más que condensar la amplia
literatura científica que relaciona el alto consumo de carnes rojas con la
incidencia de cáncer, en concreto, de tipo colorrectal.
Asimismo, variedad de estudios encuentran una relación entre los azúcares
y la incidencia de cáncer así como la inflamación de los tejidos, aunque
los científicos desconocen exactamente por qué.
Una sustancia sacarosa, llamada Neu5Gc, presente en
muchos animales, pero no en todos; está relacionada directamente con
inflamación, artritis e incluso cáncer.
Eso sí, solo en aquellos animales que no poseen el gen
que lo codifica, CMAH, incluido el ser humano.
Ante
la ausencia de este gen, la presencia de Neu5Gc en el organismo se considera
una presencia extraña, lo cual resulta perjudicial para la salud humana.
Ahora sabemos qué animales poseen el azúcar perjudicial y
cuáles no gracias a un estudio de la Universidad de Nevada, en Reno (Estados
Unidos), liderado por el español David Álvarez.
Un
hallazgo que puede ser clave para identificar qué animales son más aptos para
el consumo humano; así como cuáles pueden ser más adecuados para el trasplante
de órganos.
La
vaca, el cordero y el cerdo, pero también varios tipos de pescados poseen el
azúcar perjudicial y serían menos aptos para el consumo.
El investigador principal, David Álvarez, biólogo
informático y doctorado en genética, ha detallado a Muy Interesante en qué ha
consistido el estudio: "A través de la bioinformática, hemos elaborado una
especie de árbol genealógico de la evolución de este gen analizando 322
genomas, identificando este gen en algunos animales en los que se desconocía
que existía".
El gen
que se perdió por el camino
Hace unos dos millones de años, nuestros antepasados
perdieron el gen CMAH, responsable de codificar el azúcar Neu5Gc. Por ello,
ahora la presencia de este azúcar en el cuerpo humano se considera "una sustancia extraña", con las
consiguientes consecuencias para la salud humana; y lo mismo ocurre con
otros animales.
Así, el equipo ha descubierto nuevos animales que han
perdido este gen en algún momento de su evolución y están libres del azúcar perjudicial, como le ocurrió al
ser humano.
Entre
ellos figuran dos grupos de murciélago, un tipo de ballena, un tipo de ciervo,
un tipo de anfibio llamado ajolote, un tipo de erizo, un tipo de reptil y el
ornitorrinco; además de aquellos animales que ya se conocía que estaban
desprovistos de este gen y que, por tanto, son más aptos para el consumo humano, como todas las aves
o los hurones.
En cambio, la vaca, el cordero y el cerdo, pero también
varios tipos de pescado y otros animales poseen el gen y, por tanto, el azúcar
Neu5Gc. "Al consumir
su carne, el ser humano adquiere este azúcar y resulta tóxico para nosotros".
"No hemos podido entender por qué unas especies han
perdido el gen y otras, no".
De
los pescados, se sabe que muchos de ellos poseen en gen en pocas cantidades;
sin embargo, “el caviar sí tiene altas concentraciones de Neu5Gc, aunque no
tanto en la carne”, indica Álvarez.
Por su parte, los ratones sí presentan este tipo de azúcar, a diferencia del
humano; lo cual puede convertirse en un sesgo a la hora de crear modelos de
ratón para el estudio de patologías, especialmente en el cáncer.
"Dependiendo de la investigación, deberíamos utilizar animales que no tengan este azúcar,
creando modelos del animal a los que les hayamos eliminado el gen en
cuestión", revela Álvarez.
La presencia o ausencia de este gen parece totalmente
aleatoria. "No hemos
podido entender por qué unas especies han perdido el gen y otras, no",
explica Álvarez, quien reconoce que investigaciones futuras deben destinarse a
ese campo de estudio.
En
cuanto a los seres humanos, existen varias hipótesis para explicar por qué se
produjo la capacidad para sintetizar este azúcar gracias al gen CMAH.
"La más extendida postula que este gen se perdió
porque nos hacía más vulnerables a determinadas enfermedades, como una cepa de
malaria que sí afecta a otros animales, como los chimpancés y los
gorilas", detalla el investigador.
Un
azúcar maligno, solo para algunos
Neu5Gc proviene de otro azúcar más primitivo, Neu5Ac, que
está presente en la superficie de las células; este otro azúcar previo actúa como un código o lenguaje
entre células, que sirve para que se reconozcan las unas a las otras.
Aunque Neu5Gc es similar, es tóxico para nosotros,
sencillamente porque no poseemos el gen que lo codifica. No obstante eso no
significa que no podamos sintetizarlo. De hecho, en el organismo humano existen pequeñas
concentraciones de esta sustancia, que se asimila en los tejidos; de ahí el
daño que produce.
"El cuerpo puede sobrevivir sano perfectamente con
bajas dosis de este azúcar, eso sí, en cantidades pequeñas".
Si bien se relaciona con mayor incidencia de cáncer,
entre otras afecciones, no significa que sea totalmente tóxica. "El cuerpo puede sobrevivir
sano perfectamente con bajas dosis de este azúcar, eso sí, en cantidades
pequeñas".
Ahora bien, ¿la presencia de este azúcar es la que
cataloga los productos animales como carnes rojas o blancas?
No exactamente. Según Álvarez, son clasificaciones
distintas. De hecho, algunas
partes del cerdo se consideran carne blanca, si bien todo el animal
tiene altas concentraciones del azúcar perjudicial.
Además, este hecho contraviene una tendencia reciente en
los trasplantes: intentar
que los órganos de cerdo se conviertan el candidatos ideales para los
trasplantes.
De la misma manera, los pescados no se consideran carne roja, pero
según la reciente investigación, algunos de ellos lo poseen, y otros, no.
Por tanto, los animales que, como el ser humano, no
poseen el azúcar Neu5Gc de manera natural en el organismo serían los más aptos
para su consumo, como las aves.
No
obstante, en un futuro próximo sería posible crear animales transgénicos
eliminando este gen de su organismo, adaptándolos para el consumo humano sin
consecuencias negativas para la salud.
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