Estar iluminado es ser uno con todas las cosas, vivir conectado con
Dios y hacer siempre su voluntad.
Pero no es fácil sentirse uno con todos y con el
universo porque nos formaron para vivir separados o enfrentados.
Si quieres ser un constructor de unidad no veas a nadie como
enemigo ni como un ser malo.
Es hijo de Dios como tú, es tu hermano y,
aunque no lo creas, tú
estás en él y él está en ti.
Un buen medio para crear unidad es orar por todos con un amor infinito.
Por
eso recita esta plegaria:
Que todos los seres sean felices, serenos y realizados.
Que todos sean sanados y estén
unidos.
Que todos posean lo que necesitan, estén
protegidos de daño y libres de temor.
Que todos gocen de paz y tranquilidad interior, sean despertados,
liberados y vivan bien.
Que la paz reine en todo el
universo.
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