Doce meses se encerró García Márquez en
México a escribir Cien años de soledad en un éxtasis creativo. Sin embargo,
antes de publicarla en 1967, venía madurando su obra genial desde hacía unos
quince años.
Gabo fue perseverante y comprobó lo que
siempre se ha dicho: “el genio es inspiración con persistencia”.
Quede claro, eso sí, que detrás de esas
palabras se esconden valores como la pasión y el compromiso con una causa.
Algo
que siempre reconocieron genios como Da Vinci o Miguel Ángel, tan enamorados de
su trabajo y de la vida. Y
esa es una de las cualidades que te convierten en un ser persistente: amarte y ama lo que haces.
También
es necesario cultivar sueños que inspiren y buscar metas que canalicen tus
energías vitales. Puedes
estar seguro de que llegarás donde quieres si amas, crees y esperas. La
persistencia es una fuerza arrolladora.
Persistencia
y dedicación son las fuerzas que nos dieron la victoria hace años en batallas
como el Puente de Boyacá y el Pantano de Vargas.
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