“Acepta entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con
confianza: ¡Él es la vida!. Si hasta ahora has estado lejos de él, da un
pequeño paso: te acogerá con los brazos abiertos. Si eres indiferente, acepta
arriesgar: no quedarás decepcionado. Si te parece difícil seguirlo, no tengas
miedo, confía en él, ten la seguridad de que él está cerca de ti, está contigo,
y te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere.”
“Acompañad a vuestros alumnos con paciencia y sabiduría;
esforzaos en abrir sus mentes y sus corazones a la verdad y al bien,
educándolos en la auténtica justicia y en la paz”.
“Ahora
hemos de trabajar, ya descansaremos en el paraíso”
“Al
buen sacerdote se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo; esta es
una prueba clara. Cuando la gente nuestra anda ungida con óleo de alegría se le
nota: por ejemplo, cuando sale de la misa con cara de haber recibido una buena
noticia.”
“Al
hablar de una madre embarazada hablamos de dos vidas, ambas deben ser
preservadas y respetadas pues la vida es de un valor absoluto.”
“Al hacer como si Jesucristo no existiera, al relegarlo a
la sacristía y no querer que se meta en la vida pública, negamos tantas cosas
buenas que el cristianismo aportó a nuestra cultura, haciéndola más sabia y
justa; a nuestras costumbres, haciéndolas más alegres y dignas.”
“Alegría, oración y comunión son el secreto de nuestra
resistencia.”
“Ama
hasta que te duela. Si te duele es buena señal.”
“Ama
y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás
con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.”
“Ánimo!… La mitad de nosotros (los cardenales) tenemos
una edad avanzada, pero la
vejez es la sede de la sabiduría de la vida. No os dejéis vencer por el
pesimismo.”
“Antes de dar la bendición os pido un favor, que pidáis
al Señor la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra
por mí.”
“Aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”
“Asi como en los teatros, cuando todo se acaba y los que
representan se retiran y se quitan el traje, los que antes parecían reyes o
pretores aparecen ahora tal y como son con todas sus miserias, así, cuando
viene la muerte y concluye el espectáculo de esta vida, depuestos los disfraces
de la riqueza y de la pobreza, sólo por sus obras se juzga quiénes son
verdaderamente ricos y quiénes pobres; quiénes dignos y quiénes indignos de
gloria .”
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