Los
Jardines Colgantes de Babilonia son considerados una de las Siete Maravillas
del Mundo Antiguo, y fueron construidos en el siglo VI a. C. durante el reinado
de Nabucodonosor II en la ciudad de Babilonia (la Babel de los textos
bíblicos), a orillas del río Éufrates.
Hacia el año 600 a. C., Nabucodonosor II, rey
de los caldeos, quiso hacer a su esposa Amytis, hija del rey de los medos, un
regalo que demostrara su amor por ella y le recordara las hermosas montañas de
su florida tierra, tan diferentes de las grandes llanuras de Babilonia.
Según una leyenda, en cambio, los jardines
habrían sido construidos en el siglo XI a. C. Pero entonces reinaba en
Babilonia Shammuramat, llamada Semíramis por los griegos, como regente de su
hijo Adadnirari III. Fue una reina valiente, que conquistó la India y Egipto.
Pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y terminó
suicidándose. Pertenece a la Mesopotamia antigua y es parte de las siete
maravillas del mundo antiguo.
Los jardines fueron destruidos por el rey
Evemero en el año 125 a.C.
Los jardines estaban situados junto al palacio
del Rey, precisamente al lado del río, para que los viajeros los pudieran
contemplar ya que el acceso estaba prohibido al pueblo. Desde la más alta de
las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios
arroyos.
Los Jardines Colgantes de Babilonia
probablemente no "colgaban" realmente en el sentido de estar
suspendidos por cables o cuerdas. El nombre proviene de una traducción
incorrecta de la palabra griega kremastos o del término en latín pensilis, que
significa no justamente "colgar" pero si "sobresalir", como
en el caso de una terraza o de un balcón.
El
geógrafo griego Estrabón, quién describió los jardines en el siglo I a. C.,
escribió:
“Éste
consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre
pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la
plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas
están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”
Las excavaciones arqueológicas más recientes
en la antigua ciudad de Babilonia, en el actual territorio de Irak destaparon
el asentamiento del palacio. Otros hallazgos incluyen la construcción abovedada
con paredes gruesas y una irrigación cerca del palacio meridional.
En
la orilla del río, las paredes recientemente descubiertas de 25 metros de
espesor pudieran estar escalonadas en forma de terrazas, tal como las describen
las referencias griegas. Sin embargo, hay pocas pruebas para cualquiera de
estas teorías, pues no se menciona nada en los numerosos documentos babilónicos
de la época.
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