Los espíritus débiles miran
la realidad a través del velo del temor y entonces el alma crea sus fantasmas y
pinta un horizonte borrascoso.
Por el contrario, cuando tú tienes fe y un ánimo fuerte, resistes cualquier embestida del
destino sin perder la confianza.
Los valores te ayudan a resarcirte, a salir de zonas turbulentas y a levantarte con ánimo, aunque
caigas repetidamente.
Eso hicieron el escritor inglés Milton cuando quedó ciego a los 44 años
y Beethoven al quedar sordo a los 46.
Ten presente que las metas
nunca se alcanzan al primer intento y persevera si la vida demanda grandes sacrificios.
Pacientemente el gusano transforma la morera en seda y, con mucha paciencia, una semilla
llega a ser un árbol imponente.
Jesucristo cultivó poco a poco el ánimo de sus discípulos y pasaron de ser unos timoratos
a predicar con arrojo.
Renueva cada día tu confianza y llena tu horizonte de luz, no de
sombras. La confianza
siempre hace milagros.
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