El
hígado es un órgano que merece una
mención especial ya que, además de transformar los alimentos en energía,
eliminar el alcohol y las toxinas de la sangre, también es primero en soportar
los corajes que haces cuando algo sale mal. Sin embargo, algunos alimentos representan
un gran peligro para él y para tu salud.
Carnes
rojas
Aunque su sabor es inigualable, consumir con mucha
frecuencia este alimento puede derivar en problemas a futuro, por ejemplo, en
que tu hígado ya no procese las proteínas de la mejor manera, así como
cualquier comida en general, explica la Clínica Mayo.
Además de ser altas en proteínas las carnes rojas también
tienen niveles elevados de grasas, lo que significa una acumulación de ácidos
grasos y triglicéridos en tu hígado, algo negativo para tu salud a la larga.
Según la Dra. Melissa Palmer, “incluso los cortes más magros de carne tienen
altos contenidos de grasa”.
Alcohol
Sin duda uno de los productos más conocidos que terminan
con el hígado. De hecho, consumir alcohol puede derivar en una inflamación en
dicho órgano que si no es atendida a tiempo puede cicatrizar y con el tiempo
causar cirrosis, explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
El que tengas un hígado muy resistente y capaz de
regenerarse, no significa que sea invencible, ya que cada vez que éste filtra
el alcohol que consumes algunas de sus células mueren, lo que dificulta a la
larga su capacidad para reestablecerse.
Comida
rápida
¿Eres un gran amante de las hamburguesas o la pizza?
Quizás deberías ser más selectivo luego de leer esto, ya que estas comidas
contienen una alta mezcla de sodio y de grasas, las cuales se pueden acumular
en el hígado y así causar un daño hepático. Informa la Biblioteca Nacional de
Medicina.
Un estudio hecho por el doctor Fredrik H. Nystrom, del
Hospital Universitario de Likoping, en Suecia, se encargó de cambiar los
hábitos saludables de un grupo de 18 voluntarios adultos, quienes dejaron el
ejercicio y la alimentación ejemplar por el sedentarismo y la comida chatarra.
Luego de cuatro semanas de seguimiento se encontró que
casi una cuarta parte de los voluntarios había subido 14 libras (6.5 kilos) en
promedio. Además se registró que el nivel de la enzima hepática conocida como
alanina aminotransferasa aumentaba constantemente, lo cual no es bueno para el
hígado.
Refrescos
De refrescantes no tienen nada, pues debido a sus altos
contenidos de azúcares generan la sensación de más sed. Según el Dr. Nimer
Assy, director de la Unidad Hepática en el Ziv Medical Center de Israel, las
personas que beben más de un cuarto de litro de estas bebidas endulzadas al día
pueden desarrollar enfermedad de hígado graso.
Proteínas
De acuerdo con la Clínica Mayo, llevar a cabo una dieta
muy elevada con estos nutrientes aumentará el riesgo de presentar un mal
funcionamiento hepático, esto es porque éste tendrá que eliminar las toxinas
que surgen cuando la proteína se digiere.
Sal
Aunque es indispensable para el cuerpo, pues gracias al
sodio se puede mantener la presión arterial y hay un equilibrio de líquidos en
el cuerpo, consumirla de más puede causar que el hígado deje de producir
proteínas como la albúmina y en consecuencia, se eleve la presión en los vasos
sanguíneos de este órgano.
De acuerdo con la Canadian Liver Foundation la cantidad
recomendada al día de sodio es de 1,500 mg. No obstante, si se es mayor de 50
años, el consumo debe reducirse a 1.300 mg y a 1,200 cuando se rebasan los 70
años de edad.
Medicamentos
Fueron hechos para sanar algún problema en tu organismo y
pueden hacerte sentir mejor, si son tomados incorrectamente, por ejemplo en una
automedicación o al ser mezclados con alcohol, tu hígado también puede sufrir
daños. Frente a esto no hay nada mejor que recibir la asesoría médica.
Cigarro
Pitada tras pitada, no sólo tu pulmón se va consumiendo,
sino también tu hígado, esto es debido a que las sustancias químicas presentes
en dicho producto son capaces de causar daños irreversibles en las células del
órgano al afectar el proceso de estrés oxidativo.
Suplementos
Algunas investigaciones sugieren que los suplementos
dietéticos o nutricionales pueden aumentar la producción de ciertas enzimas del
hígado cuando se toma en cantidades excesivas.
Pesticidas
¿Sabías que exponerte a este producto químico a través de
frutas, verduras y alimentos adulterados también puede dañar el hígado? De
acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)
esto es una realidad. De ahí la importancia de lavar, desinfectar estas comidas
y si es posible pelarlas.
Mientras algunos alimentos simplemente “destruyen” tu
hígado, otros te ayudarán a mantenerlo sano. Por ejemplo, se ha encontrado que
las frutas que son altas en antioxidantes como las ciruelas pasa, la mora azul,
fresas, naranjas, manzanas, y melones ayudan a eliminar los radicales libres
permitiendo que este órgano trabaje mejor.
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