QUE ES LA TEORÍA DE LA FELICIDAD COMO BIEN COMÚN (MARTHA NUSSBAUM Y AMARTYA SEN)

 

La Teoría de la Felicidad como Bien Común, desarrollada principalmente por Martha Nussbaum y Amartya Sen, es una propuesta ética, filosófica y económica que redefine el concepto de desarrollo y bienestar humano.

A diferencia de modelos centrados en el crecimiento económico (como el PIB), esta teoría propone que la verdadera felicidad y justicia social dependen de garantizar a todas las personas las condiciones necesarias para vivir una vida plena y digna.

Ambos autores desarrollan la Teoría de las Capacidades, que sostiene que lo importante no es solo lo que una persona tiene, sino lo que realmente puede ser y hacer con su vida.

Nussbaum define una lista de capacidades centrales (como salud, educación, integridad corporal, emociones, afiliación, juego, etc.), que deben ser protegidas por las instituciones y políticas públicas.

En esta visión, la felicidad no es un estado individual aislado, sino una construcción social basada en la justicia, la equidad y la dignidad humana compartida.

 

ANALISIS DESDE DIVERSAS PERSPECTIVAS

 

1. Filosófica y ética

Esta teoría parte de una ética humanista y profundamente digna del ser humano.

·  Propone que la felicidad no puede definirse solo como placer o satisfacción personal, sino como la realización efectiva de las capacidades humanas esenciales.

·  Se distancia del utilitarismo, que mide el bienestar en términos de suma de placeres, y también del hedonismo, que lo reduce a sensaciones individuales.

·  Éticamente, busca garantizar que todos tengan las mismas oportunidades reales de vivir una vida buena, lo que implica justicia social y responsabilidad colectiva.

·  Críticas: algunos señalan que la lista de capacidades puede ser demasiado idealista o difícil de implementar universalmente.

 

2. Económica y política

Esta visión ha transformado la manera de pensar el desarrollo humano y la medición del progreso:

·  En lugar de usar solo indicadores como el PIB, promueve medir el índice de desarrollo humano (IDH), el acceso a la salud, la educación y la participación cívica.

·  Implica un cambio de paradigma: no basta con crecer económicamente, si las personas no pueden desarrollar su potencial.

·  Ha influido en organismos internacionales como la ONU y el PNUD.

·  Desafío: su aplicación exige voluntad política sostenida y sistemas que favorezcan la redistribución equitativa de oportunidades.

 

3. Psicológica

Desde la psicología, esta teoría conecta con las propuestas de la psicología positiva y la motivación intrínseca:

·  El bienestar no se alcanza solo con placer o éxito externo, sino cuando la persona puede ser quien está llamada a ser.

·  El desarrollo de capacidades —como amar, aprender, crear o servir— es clave para una vida plena y con sentido.

·  Este enfoque va más allá de lo emocional, promoviendo el florecimiento humano integral.

 

4. Religiosa (desde la fe cristiana)

Desde la visión cristiana, esta teoría resuena profundamente:

·  Coincide en que la dignidad humana es central, y que todos deben tener las condiciones necesarias para vivir con plenitud, libertad y justicia.

·  La felicidad, desde la fe, no es solo individual, sino comunitaria, relacional y trascendente.

·  Jesús mismo anuncia una “vida en abundancia” (Jn 10,10), que incluye bienestar material, emocional y espiritual para todos, especialmente los más pobres.

·  Esta teoría puede inspirar una ética del cuidado y del bien común profundamente cristiana.

 

5. Educativa y formativa

En el ámbito educativo, impulsa una visión integral del desarrollo:

·  La educación no debe centrarse solo en contenidos, sino en formar personas libres, críticas, solidarias y emocionalmente sanas.

·  Promueve un modelo donde el objetivo no es solo “enseñar”, sino empoderar a los estudiantes para que desarrollen sus capacidades más profundas.

·  Este enfoque puede transformar sistemas educativos desiguales, siempre que haya inversión y compromiso ético.

 

Conclusión

La Teoría de la Felicidad como Bien Común es una propuesta revolucionaria y profundamente humana que redefine el sentido del desarrollo y de la felicidad. Nos recuerda que el bienestar no es una experiencia privada ni un lujo, sino un derecho compartido que exige justicia, compasión y acción colectiva. En un mundo marcado por la desigualdad, esta teoría ofrece una hoja de ruta ética para construir sociedades más plenas, equitativas y verdaderamente felices.

 

 

ANLISIS DE UN SACERDOTE CATOLICO

Como sacerdote católico, encuentro en la teoría de la felicidad como bien común de Martha Nussbaum y Amartya Sen una profunda resonancia con el Evangelio. Ellos nos invitan a mirar la felicidad no como algo egoísta o individual, sino como una construcción colectiva, basada en la dignidad y las capacidades de cada ser humano. Esto nos recuerda el mandamiento de Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mc 12,31).

Desde esta mirada, la verdadera felicidad surge cuando buscamos el bien de todos, especialmente de los más vulnerables. No hay plenitud en la indiferencia ni gozo real cuando otros sufren. La propuesta de Nussbaum y Sen nos llama a trabajar por una sociedad más justa, donde cada persona pueda desarrollar sus capacidades con libertad y dignidad.

El bien común no es un ideal abstracto, sino un llamado concreto a amar, servir y construir juntos el Reino de Dios aquí en la tierra.