Reflexión para los que aún creen en los milagros que ocurren
cuando el sol se esconde…
Hoy no es un día
cualquiera.
Hoy el corazón late
diferente.
Hoy me puse la esperanza
como abrigo
y salí a buscar lo que la
rutina me había robado:
el asombro, el amor, el
misterio.
Esta noche no es una más.
Es esa noche.
La que llega sin avisar,
la que puede cambiarlo
todo.
Caminaré sin prisa,
con el alma descalza,
dejando que el viento me susurre canciones
y que la Luna me regale
complicidades.
Hoy puedo enamorarme como
nunca.
Puedo besar sin miedo.
Puedo reír como si no hubiera heridas.
Porque cuando el mundo
duerme…
el alma despierta.
Y quizás, solo quizás,
al abrir otra puerta,
descubra que siempre estuve
esperando esto:
una noche sin reglas,
sin máscaras,
sin pasado.
Una noche que no se explica,
solo se siente.
Una noche donde el amor no
se planea,
se encuentra.
¿Qué pasará?
¿Quién lo sabe?
Tal vez nada.
O tal vez…
puede ser mi gran noche.

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