¿Dónde comienza el amor
cuando el corazón ya no recuerda quién era antes de mirar esos ojos?
Desde que te vi, algo en mí
se quebró suavemente…
y desde entonces ya no sé
si respiro por mí,
o por la esperanza de que
un día me mires como yo te miro a ti.
Perdí mi nombre en tu sombra,
mi rumbo en tu voz,
y mi verdad en tu ausencia.
Desde entonces, tú lo eres
todo,
y yo… no sé si aún soy
alguien más que un alma enamorada.
Te pienso cada instante,
y me duele imaginar que quizás nunca serás mía.
Pero no dejo de soñar…
que un día, tú también me
veas como yo te veo.
Que un día despiertes,
y te enamores de mí.
Porque ese día,
el mundo dejará de ser gris.
Ese día veré la luz…
me libraré de esta soledad
que me aprieta el alma
y me desataré de la
esclavitud de esperar sin promesa.
Cuando te enamores de mí,
seré todo tuyo sin medida.
Te cuidaré con amor puro, sin máscaras, sin condiciones.
Y será un honor, no un
sacrificio, dedicar mi vida a ti.
Eso… eso se lo pido a Dios.
No te pido que me ames ahora,
solo que me des la
oportunidad de mostrarte
que nadie te amará como yo,
ni tan fuerte, ni tan
limpio, ni tan fiel.
El día que te enamores de mí,
yo también me encontraré a
mí mismo.
Y todo este amor que me
ahoga hoy en silencio,
por fin será canción… y no suspiro.
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