La
gente feliz es más exitosa
Lo que se va a acabar no es el mundo físico, como lo
conocemos, sino el mundo del ego, el mundo de la apariencia, del consumismo, de
la acumulación, abriéndole paso a una era donde surge la felicidad desde la
honestidad del corazón, desde lo que llena plenamente, sin creencias, ni
caretas.
“Por muchos años nos hemos visto envueltos en un patrón
de comportamiento social, donde todos actuamos igual, queremos el mismo carro,
la misma casa y los objetivos que nos han impuesto como la vida ideal
convencional, pero quizás una vez tenemos todas esas cosas, no nos sentimos
realizados.
Cada ser humano, es único e irrepetible, con sus propios
gustos, pasiones, retos y cosas que aprender, cada quien vive una experiencia
singular que no se puede comparar
Encasillar la felicidad dentro de unos parámetros de lo
que se debe hacer o tener es casi imposible.
Tenemos la misión de vivir en la búsqueda de aquellas
cosas que nos hacen seres, para crecer espiritualmente, retar nuestra mente y
potenciar nuestra existencia.
Lo que se vive en esta época es una ruptura, de una
rutina y de unos hábitos impuestos, para dar paso al descubrimiento de
emociones y sensaciones completamente nuevas, acercándonos un poco más al ser
feliz y auténtico, haciendo lo que se quiere con pasión, regresando a lo
natural, al fortalecimiento de las relaciones con otros y con uno mismo.
La felicidad es una sensación inherente al ser humano que
va mucho más allá́ del placer de acumular riquezas o títulos, es aquello que
nace del deseo más sutil de amar y compartir con otros.
Felicidad es lo que se siente en el instante en que uno
conscientemente practica una cualidad natural del ser humano como lo es el ser
amoroso, humilde o compasivo
Debemos pensar en buscar renacer en el mundo del ser, del
autoconocimiento, del autoestudio y allí cualquier corriente espiritual es
válida para mirar hacia adentro y preguntarse ¿cuál es el propósito?
Estamos aquí con objetivos mucho más grandes que
levantarse, trabajar, comer y encerrarse en la rutina del tener, donde nunca
hay satisfacción completa.
Requerimos un cambio de mentalidad. Para tener la mejor
actitud, debemos replantear los propósitos desde cada uno, buscar qué queremos
Debemos construir una lista de cualidades que queremos
cultivar y cosas que queremos aprender es una buena forma de empezar.
Ser
humilde, ser compasivo, ser tranquilo, ser bondadoso, son cualidades que sin
duda desembocaran en buenas acciones, atrayendo más beneficios y personas que
comparten la misma forma de pensar.
El
fin del mundo del ego y la construcción del mundo del ser hacen parte de un
proceso evolutivo del ser humano.
Debemos recibir cada día llenos de energía, actitud y
emoción para que cada momento sea una oportunidad de aprender, de traer más luz
al mundo y generar una sensación de bienestar integral que se vea reflejada en
cada rincón del universo.
Aristóteles
dijo que el fin último del ser humano es ser feliz… ¡pero eso era antes! A los
que nacimos en el siglo XX, nos educaron para ser exitosos, no para ser felices
y nos convencieron que éxito es sinónimo de felicidad.
Es
la felicidad la que conduce al éxito.
Las empresas exitosas han entendido que la fórmula del
éxito de una organización es la suma de dos elementos: un buen producto y un
equipo de gente feliz, entendida la felicidad como el hecho de uno sentirse
bien consigo mismo, con su trabajo, con su familia, con la vida… se trata de no
manejar vacíos.
Nuestros
derechos fundamentales son el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda
de la felicidad
El
miedo al fracaso es una constante y no la búsqueda de la felicidad.
Fuimos educados pensando que el SER es algo que va ligado
a la realización de los sueños de HACER y de TENER; por eso la gente dice: “Yo
soy vicepresidente”, y en realidad uno no es vicepresidente: uno ocupa una
vicepresidencia, ¡Imagínense! si uno lo es, está muy llevado, porque el día que
se pensione o lo boten ¡se desaparece!.
La
gente no sabe lo que es el sueño de SER. Éste es un verbo porque termina
en “er”. Lo que pasa es que es muy especial, porque es el único verbo mocho que
existe. “Yo soy…” (esos puntos significan algo), ¿o no? Yo por ejemplo, soy
amorosa, generosa y humilde de corazón.
Nosotros, tal como los demás elementos de la naturaleza,
tenemos cualidades; así como el limón tiene una cualidad natural que es la
acidez y el azúcar la dulzura, nosotros tenemos generosidad, humildad, alegría,
ternura, fortaleza, paciencia, persistencia, templanza, etc. La diferencia
entre un limón y nosotros es que éste no puede escoger ser ácido, mientras que
nosotros sí, pues se nos dotó de una capacidad que se llama el libre albedrío,
que consiste en poder decidir si se nos nota o no.
La felicidad es SER, es aquello que es apetecible siempre
por uno mismo y jamás por otra cosa. Es lo que se siente en el instante en que uno conscientemente practica
una cualidad natural del ser humano.
Debemos
definir nuestro sueño de SER, que no es nada distinto a decidir las tres
cualidades naturales por la cuales queremos ser recordados.
Si uno solamente tiene sueños de HACER y sueños de TENER
nunca se llena… siempre tendrá un vacío.
Una
cultura organizacional centrada en el SER en una empresa, no son sus productos,
es el carisma de su gente, que no es nada distinto a un grupo de personas que
tomaron conciencia de lo que son y quieren SER.
A la gente feliz le brillan los ojos.
Los
padres tenemos la responsabilidad de desarrollar unos nuevos seres humanos,
ayudarlos a ser mejores personas ante la realidad que estamos viviendo, que no
es la ideal. Nuestro reto es formar hombres felices, que se sientan bien
consigo mismos y con el mundo, con la seguridad de que si lo logran, van a ser
tremendamente exitosos.
Debemos hacer un paréntesis en la vida para reflexionar,
hacernos preguntas, interiorizar y darle sentido a lo recorrido en nuestro
camino.
“Uno no puede dar de lo que no tiene y no puede reconocer
en un tercero lo que uno no es”. Es indispensable buscar espacios y momentos en
el camino de la vida para oírse, escucharse, para estar consigo mismo. Es ahí
donde entendemos que somos seres humanos y no un “libreto”, y que en la medida
en que seamos lo que somos, seremos felices.
“Necesitamos bajarnos de los libretos para conocernos y
saber qué es lo que queremos porque en esa medida hallaremos la felicidad y
luchar por las metas que en realidad radican en el ser y no en el tener.
La felicidad asegura la productividad y por esta razón
las compañías deberían analizar este factor durante los procesos de selección.
Las empresas ganan cuando contratan personas felices
porque es más fácil transmitir conocimientos que armonía espiritual.
La
felicidad no es una sensación. Es cuando practicas una virtud.
El verdadero éxito no se da si no se trasciende,
positivamente, en la vida de los demás (de un otro, del país y, por qué no, del
planeta mismo).
La felicidad es ese sentimiento que se produce cuando se
es amable, humilde, generoso, prudente y persistente.
La
virtudes son liberación de energía,
calor, vida. Es un sentimiento que hace que a uno le den ganas de
experimentarlo de nuevo y que, como consecuencia de esto, le brillen los ojos.
Es necesario entender cómo funciona el ser humano y
escuchar esa voz, no la del entorno, sino la de las virtudes, la del corazón.
Cada
ser humano es único e irrepetible
La
vida se trata de ser feliz tal como uno es...
(aceptación)
El
diablo son los miedos que uno tiene
Hay muchos caminos para llegar a esta toma de conciencia:
La filosofía, La religión, El yoga, La meditación, etc.
La humanidad ofrece 2 caminos: o "seguir el
libreto" o "recuperar la autoestima y la paz interior".
Felicidad es eso que se siente cuando yo soy yo y
descubrimos que Dios existe.
El futuro es un asunto de Dios.
El amor siempre sigue en tu corazón.
Nos llenamos de prejuicios y perjuicios
Haz lo que amas y estarás condenado al éxito y habrá
plenitud.
Dios
te hizo un ser humano para hacerte libre y feliz: (a ti). Decide ser feliz.
Piérdele el miedo a la muerte. Si tienes cáncer: Si te
mueres te liberas del cuerpo y si vives serás mas humilde para disfrutar todo
lo que tienes.
Da sin medida y recibirás sin medida.
El miedo nos distrae del amor
Cuando uno esta encadenado al ego no es libre.
Vinimos
al mundo a compartir lo que somos
Lo peor que nos puede pasar es trabajar por plata. Hay
que amar lo que hace.
Los padres debemos ayudar a los hijos a que desarrollen
sus sueños
El mal es perder el contacto con Dios y esto es lo que
ocurre cuando uno no es uno mismo.
Cuando uno es feliz alcanza a ver milagros todos los días
y las cosas le caen del cielo.
La autoestima es la felicidad
Jesus
es el ejemplo mas grande de la humanidad
RECUERDE ANTES DE CONTESTAR UNA PREGUNTA O DE TOMAR UNA DECISIÓN QUE
SIEMPRE TENEMOS 2 OPCIONES: RESPONDER POR EL CAMINO DEL LIBRETO, O POR EL
CAMINO DEL AMOR.