La
esperanza no es fingir que no existen los problemas, o ignorarlos. Es la
confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas se curarán y las
dificultades se superarán.
Es tener fe en nuestras capacidades, es saber descubrir los
dones que Dios nos ha dado, es mirar la vida con optimismo y saber que Él nos
guiará por el camino hacia la luz.
Cuando alguien no te quiere, cuando la llamada que esperas no
llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la
invitación que esperabas... el mensaje no es que no te lo mereces, o que no
eres importante... El mensaje es que tú te
mereces algo mejor.
Cada vez que sientas una decepción, no lo veas como rechazo,
o como señal de mala suerte... simplemente piensa que es una tremenda
oportunidad de aprender algo nuevo y de recibir algo mucho mejor que Dios tiene
guardado para ti.
Nuestra
vida está hecha de muchos momentos, vividos de mil maneras diferentes donde buscamos
felicidad, amor, paz y armonía. En ocasiones solo subsistimos, pero otras veces
vivimos momentos plenos en los cuales descubrimos la vida con todos sus aciertos,
penas y alegrías, donde encontramos que todo es mejor cuando la vida la ofrecemos
a Dios y la disfrutamos a plenitud.
Aunque vivamos rodeados de riqueza, o luchemos el día para conseguir
algo de comer, tenemos el derecho a estar agradecidos con lo que tenemos y a
encontrar en la vida su verdadero significado.
Todos tenemos el derecho de gozar cada momento, de vivirlo a
plenitud, de compartir lo que tenemos y de ver cada momento como una nueva
bendición. Siempre tenemos la oportunidad de hacer un esfuerzo adicional por
alcanzar nuestras metas, o de comenzar de nuevo, o de buscar otros rumbos, y de
poder realizar nuestros sueños siempre con la ayuda de Dios.
Cada día es nuevo, y si lo vivimos a conciencia podremos
realmente gozar la vida a plenitud...
Nada te llevarás cuando te marches
Vive feliz ahora mientras puedes
Se feliz con lo que tienes
Deja el rencor para otro tiempo y echa tu barca a navegar.
Abre tus brazos fuertes a la vida no dejes nada a la deriva,
siembra tu tierra y ponte a trabajar
Vive la vida intensamente que luchando lo conseguirás.
La vida
es un don que Dios nos da a todos por igual, pero con oportunidades diferentes,
no te compares con nadie. Pídele a Dios fuerzas y sabiduría para que TU puedas encontrar
el camino, resolver las dificultades y ser feliz.
Sigue
el camino que has soñado y …que Dios te sorprenda.
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