Hoy me invaden muchas emociones, recuerdos, experiencias y sensaciones, todas ellas agradables pues tengo que hablar de uno de los lugares más hermosos del mundo, que he tenido la suerte de compartir y disfrutar durante toda mi vida: Donostia-San Sebastián.
A San Sebastián la han denominado siempre con distintos calificativos, La Bella Easo o La Perla del Cantábrico, para destacar su belleza. Es una ciudad de postal que pasó de ser un recinto amurallado de carácter militar a finales del siglo XIX a una ciudad orientada al mejor turismo de la época. Eso se consiguió con el derribo de las murallas y su ensanche alrededor de una bahía natural hoy denominada La Concha y los márgenes del río Urumea, que tiene su desembocadura en la ciudad.
San Sebastián se hizo famosa en aquella época gracias a la reina regente María Cristina, que admiraba las arenas finas y aguas saludables del Cantábrico y fijó su residencia de verano en la ciudad, atrayendo a gran parte de la nobleza europea. Junto con Biarritz se convirtió en uno de los enclaves del veraneo europeo de finales del XIX.
Desde entonces, San Sebastián ha conservado esa clase y elegancia que los donostiarras miman con esmero. Allí las personas se preocupan de cualquier cambio estético, desperfecto que se produzca en la ciudad, participan de forma activa en los nuevos proyectos que se realizan y son valedores de sus costumbres y tradiciones, haciendo participar en las mismas a todas las personas que se acerquen a visitarles.
Esta ciudad, además de su belleza, puede presumir también de una actividad cultural de primer orden nacional e internacional y es epicentro uno de los mayores tesoros del País Vasco, su cocina venerada en todo el mundo y ensalzada en todas las mejores guías gastronómicas.
Manos a la obra
Bueno, vamos a visitar Donostia. Para empezar, alquilaremos una bicicleta para pasear por toda la ciudad. San Sebastián posee un servicio de alquiler de bicicletas automático en varios enclaves donde uno puede obtener una bici para desplazarse y se puede devolver en el enclave de bicicletas que le resulte más cómodo. La ciudad está prácticamente peatonalizada en su totalidad y surcada por carril bici.
Pero si hay algo que tiene de atractivo son sus innumerables cantinas, bares, tascas y restaurantes, así como sus sociedades gastronómicas.
En agosto la semana grande, con su concurso internacional de fuegos artificiales. ¡Ver para creer! No he visto una combinación de luces, sonido y tradición más genial en mi vida. Y la quincena musical en septiembre, las regatas de la Concha y su prestigioso Festival Internacional de Cine. En diciembre, el día de Santo Tomás y otras muchas más actividades deportivo culturales durante todo el año.
NOTA: ES UNA DE LAS CIUDADES MAS BONITAS DE ESPAÑA Y CON UN ENCANTO SIMILAR AL QUE SE PRODUCE AL VISITAR A CARTAGENA DE INDIAS EN COLOMBIA-
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