(Sino de encontrar a
alguien que te respete siendo completo)
(Estilo sugerido: balada suave o acústico introspectivo, ideal
para transmitir reflexión y emociones profundas con sencillez).
[Verso 1]
Yo ya no busco mitades
ni almas rotas que me
llenen.
Ya no pienso que el amor
es completar lo que me
falta.
Hoy sé que nací entero,
con heridas y virtudes,
con sueños rotos y nuevos,
pero fuerte por dentro.
[Pre-Coro]
No necesito que me salves,
yo ya soy mi propia luz.
Solo quiero que me veas,
y que me quieras sin dudar.
[Coro]
No se trata de encontrarte
como quien llena un vacío,
sino de saber mirarnos
con respeto y cariño.
No se trata de completarme,
sino de dejarme ser.
Ese es el amor verdadero:
amarse sin cambiar quién
es.
[Verso 2]
Tus palabras no me arreglan,
ni tus brazos son cura mágica.
Pero sí son refugio seguro
cuando el mundo me
abandona.
Quiero que me ames con mis días grises,
sin querer pintarlos de sol.
Que admires mis cicatrices,
no intentes borrarlas del
alma.
[Pre-Coro]
No vengo a pedirte todo,
vengo a caminar contigo.
Con mis colores y sombras,
con mi fuego y mi silencio.
[Coro]
No se trata de encontrarte
como quien llena un vacío,
sino de saber mirarnos
con respeto y cariño.
No se trata de completarme,
sino de dejarme ser.
Ese es el amor verdadero:
amarse sin cambiar quién
es.
[Puente – susurrado o piano suave]
He vivido amores que
exigían más,
que me pidieron que
cambiara…
para encajar.
Hoy prefiero uno que me dice:
“Ven como eres,
porque así es como te
quiero”.
[Último Coro – versión más íntima / despedida]
No se trata de encontrarte
como quien busca solución.
Es sabernos dos mundos
libres
caminando con conexión.
No se trata de completarme,
sino de seguir juntos…
sin renunciar a nada…
porque el amor no rompe… une.
[Final – cierre suave o en voz baja]
No se trata de encontrarte…
sino de saber que,
con todo lo que soy,
tú me recibes…
y yo te recibo.
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