Es 3 de diciembre de 1967 y los
periódicos del mundo recogen la gran noticia: Primer trasplante de corazón.
Lo
había realizado el médico
sudafricano Christian Barnard y la donante fue Dénise Darvall.
Una
joven de 25 años que falleció atropellada; el receptor fue Louis Washkansky, un
comerciante corpulento de 56 años.
En la operación colaboraron veinte
cirujanos, duró nueve horas y fue un gran
paso para la ciencia y la humanidad.
18 días
después Washkansky falleció por una neumonía, no del corazón. En el segundo trasplante el
receptor vivió año y medio.
Barnard
tuvo ese atrevimiento que todos necesitamos para ir más allá, para buscar lo nuevo y cambiar.
Sin que
te hagan un trasplante tú puedes darte un nuevo corazón si eliges obrar solo con amor y con paz.
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