Por lo general, las grasas se suelen asociar con la
mayor parte de los problemas cardiovasculares, sin embargo, existen algunos
tipos de grasas, no saturadas, que protegen tu corazón.
Las grasas
monoinsaturadas, presentes en el aceite de oliva y de canola, por ejemplo,
ayudan a aumentar los niveles de colesterol HDL o "bueno", al tiempo
que reducen el LDL o "malo", explica el doctor Louis J. Ignarro,
premio Nobel de Medicina y autor del libro NO más infartos.
Elige estas opciones recomendadas por la Asociación
Estadounidense del Corazón:
Aceite de canola. Es ideal porque "tiene 60%
menos de grasas saturadas que cualquier otro aceite", explica el experto.
Aceite de maíz. Resulta perfecto para cocinar diariamente, ya que soporta bien las
altas temperaturas sin quemarse.
Aceite de cártamo. "Bueno para ensaladas porque no se solidifica en el
refrigerador".
Aceite vegetal. Si es derivado de soya es muy sano, debido a que es bajo en grasas
saturadas.
Aceite de oliva virgen. Es totalmente monoinsaturado. Además un
estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nápoles, reporta que
las personas que llevan una dieta a base de aceite de oliva tienen la presión
sanguínea más baja, respecto de quienes suelen consumir aceite de girasol.
Consúmelas y disfruta comidas sanas para tu
corazón.
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