A los cinco años de edad Friedric Nietzsche, 1844-1900, era huérfano de padre con dos hermanos más . Escribió:
“El primer evento que me conmocionó fue la enfermedad de mi padre.
Era un reblandecimiento cerebral.
Veía la intensidad de los dolores, la ceguera que le sobrevino, su figura macilenta, las lágrimas de mi madre, el aire preocupado del médico.
Todo eso anunciaba la desgracia que nos amenazaba. Y esa desgracia vino, mi padre murió y yo aún no tenía cuatro años.
Meses después, perdí a mi único hermano , un niño vivaz e inteligente que, presa de un ataque arrepentido de convulsiones, murió en instantes”.
Nietzsche desde joven padeció frecuentes ataques de debilidad, de carencia visual o cuasi ceguera, fuertes migrañas y violentos dolores gástricos .
Todo esto tiene que haber influido en parte en su estilo de vida tan solitario y conflictivo y en su actitud crítica, a veces exacerbada .
Es que solo se entiende el hoy de alguien si se examina su ayer. Nietzcshe fue un brillante pensador, pero ¿fue feliz?
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