No es fácil quitar malas costumbres de
un día para otro, pero tampoco imposible
Hay gente más vulnerable al estrés o el
exceso de preocupaciones que acaba generando ansiedad por la comida.
Lo
primero que estas personas deben hacer, es averiguar las causas de esta ansiedad y reflexionar si
el problema tiene solución. «O sea, el tema no está en encontrar algo
que les quite el hambre, sino en encontrar el por qué de comer tanto». «Es bueno reflexionar sobre las
emociones que tenemos, y evitar los sentimientos negativos como los celos, la
envidia, la ira, o la necesidad de tener más y más. Por algo cuando nos
sentimos felices, solemos decir que estamos satisfechos».
Pero
normalmente, «la ansiedad
por la comida, o por cualquier otra cosa, está ligada a la falta de autoestima.
Por eso tenemos que aprender a valorar nuestras virtudes, querernos y
aceptarnos como somos. De esta manera conseguiremos sentirnos llenos,
satisfechos. Cuando nos sentimos felices, tenemos un mayor control sobre lo que
comemos, ya que no dependemos de algo externo para sentirnos satisfechos. Si
mantenemos la ilusión por la vida, por aprender y por compartir, la ansiedad
por la comida desaparecerá».
Consejos que te pueden ayudar a
mantener tu ansiedad a raya:
1. Los líquidos pueden ayudarte. Cualquier tipo de
líquido nos ayudará a sentirnos saciados. Por ejemplo, tomar infusiones
calientes y asegurar un buen aporte de aua diario (2 litros) ayudan a sentirnos
saciados y a eliminar toxinas. Tomar uno o dos vasos de agua antes de las
comidas también ayuda a llegar con menos hambre a la mesa. También podemos
tomar sopas vegetales (caseras o de brick) antes de las comidas o entre horas,
ya que aportan los beneficios de los vegetales, pocas calorías y favorecen que
nos sintamos saciados. Además, siempre podemos congelarlas y así tenerlas
listas cuando nos hagan falta. Igualmente, las infusiones relajantes de
valeriana, parsiflora o melisa nos ayudarán a controlar la ansiedad, ya que además
de saciarnos nos relajarán.
2. Evita alimentos excitantes. Evita bebidas
excitantes como el café o el té, y también el chocolate en exceso o el azúcar
refinado. Este tipo de alimentos aumentan nuestros niveles de adrenalina, que
colabora a que perdamos la sensación de ansiedad.
3. La fibra es fundamental.. Toma alimentos ricos
en fibra: harán que te sientas más saciado y, por lo tanto, con menos hambre y
ansiedad. En general, los alimentos cocinados son más saciantes que los crudos
(pero no por ello hay que prescindir de ensaladas y frutas, claro). También es
muy bueno tomar legumbres, que aportan fibra y, además, sacían, frutos secos,
levadura de cerveza, pan integral, pasta inegral, arroz integral, etc. todos
alimentos incluidos en la Dieta Alea.
4. La importancia del triptófano. Las proteínas
animales (carnes, pescado o huevos), lácteos, plátanos, piñas y frutos secos
contienen triptófano, que tiene efecto tranquilizante. El triptófano es un
aminoácido que, después de unos complejos ciclos metabólicos en el organismo,
se transforma en serotonina. Por lo tanto, debemos asegurarnos un correcto
aporte de triptófano, ya que puede ayudar a regular los niveles de serotonina,
neurotransmisor que participa en el control del apetito y está relacionado con el
estado de ánimo.
5. El (famoso) Omega 3. Los alimentos ricos
en omega 3 como los pescados azules y los frutos secos, así como los cereales
integrales que nos aportan vitamina B, favorecerán la mejora de la ansiedad. La
vitamina B6 participa en los ciclos metabólicos para formar serotonina a partir
del triptófano. Por lo tanto, en épocas de más nervios, es bueno tomar
alimentos con vitaminas del grupo B, como copos de avena, levadura de cerveza o
germen de trigo.
6. Carbohidatos complejos: sí, por favor. Los
carbohidratos complejos (pan, pasta, arroz, cereales, galletas, patatas,
lentejas, etcétera) también colaboran en el aumento de la cantidad de
serotonina. Siempre es más recomendable que sean integrales por el aporte de
fibra y, sobre todo, porque tienen un menor índice glucémico. Esto significa
que los niveles de glucosa en sangre no aumentan tan rápidamente como si
tomásemos carbohidratos complejos refinados. Gracias a esto, conseguiremos
saciarnos mantenernos saciados por más tiempo y los niveles de insulina no
aumentarán drásticamente, lo cual nos ayudará a no acumular grasa.
7. Pon magnesio en tu vida. Un buen aporte de
magnesio es importante para calmar el nerviosismo ue acompaña la ansiedad.
Conseguiremos esto con 4-5 nueces al día, legumbres, alimentos integrales,
albaricoques, y verduras de hoja.
8. Cinco comidas al día como mínimo. Come a menudo: hacer
dieta no significa no comer o pasar hambre, sino comer adecuadamente, respetar
los horarios y no dejar pasar mucho tiempo entre comidas. Si estamos mucho
tiempo sin comer, tendremos más sensación de descontrol. Lo ideal es comer cinco
veces al día. Hay que saber, además, distinguir entre la sensación de hambre y
la ansiedad. Si notamos que tenemos un momento de ansiedad, hay que pararse y
pensar en lo que estamos a punto de hacer, si merece la pena comer algo que nos
aportará muchas calorías después de todo el esfuerzo realizado.
9. Necesitas tu tiempo para comer y
cenar. Hay
que intentar comer sin prisa, relajado y sentado a la mesa, masticar bien (de
esta manera haremos mejor la digestión) y tomartse al menos 20-25 minutos apra
las comidas, ya que la sensación de saciedad se consigue después de 20 minutos
de haber empezado a comer. También es conveniente levantarse de la mesa una vez
hemos terminado de comer.
10. Organízate. La hora de hacer la compra también es
importante: nunca debemos ir a comprar cuando se acerca la hora de la comida,
ya que la sensación de hambre nos puede llevar a comprar alimentos muy
calóricos (como bollería de snacks). Cuando vayas a comprar lleva una lista de
lo que ncesitas y, simplemente, compra lo que hayas apuntado. Nada más.
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