REFLEXIONES SOBRE EL CAMINO DE LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD QUE VA MÁS ALLÁ DE LAS MODAS Y SUPERFICIALIDADES

 

REFLEXIONES DE UN PSICOLOGO CATOLICO
En un mundo lleno de modas y superficialidades, el camino de la verdadera espiritualidad se presenta como un faro de luz que guía a aquellos que buscan algo más profundo y significativo en sus vidas. La espiritualidad auténtica trasciende las tendencias pasajeras y las apariencias externas, penetrando en las profundidades del alma humana y conectándose con lo divino.
 
En el contexto actual, donde la espiritualidad se ha convertido en un mercado lucrativo, con la proliferación de centros de bienestar y la comercialización de prácticas espirituales, es fácil perder de vista el verdadero propósito detrás de este viaje interior. Las modas vienen y van, pero la verdadera espiritualidad permanece arraigada en la búsqueda de la verdad, la compasión y la conexión con lo trascendente.
 
La superficialidad de la espiritualidad de moda se refleja en la obsesión por las apariencias externas, la búsqueda de la gratificación instantánea y la evasión de las verdaderas profundidades del ser. Sin embargo, la auténtica espiritualidad requiere un compromiso más profundo, un viaje interior que implica explorar las sombras y las luces de nuestra propia alma, confrontando nuestras limitaciones y creciendo en comprensión y compasión.
 
La verdadera espiritualidad no se trata de seguir ciegamente las últimas tendencias o pertenecer a un grupo exclusivo, sino de cultivar una relación personal con lo divino y vivir de acuerdo con los principios de amor, bondad y servicio. Va más allá de las prácticas externas y las exhibiciones públicas de devoción, adentrándose en la transformación interior y el crecimiento espiritual.
 
En este sentido, el camino de la verdadera espiritualidad es un camino de humildad y discernimiento, donde uno aprende a escuchar la voz silenciosa del alma y a seguir la guía del Espíritu Santo. Requiere valentía para enfrentar nuestras propias limitaciones y debilidades, y la voluntad de crecer en virtud y sabiduría.
 
En última instancia, el camino de la verdadera espiritualidad nos lleva a una mayor plenitud y realización, trascendiendo las limitaciones del ego y encontrando la verdadera paz y alegría en la comunión con lo divino. Es un viaje que va más allá de las modas y superficialidades, hacia la esencia misma de nuestra existencia y el propósito más elevado de nuestras vidas. Que cada uno de nosotros pueda emprender este viaje con humildad, sinceridad y amor, buscando la verdad y la luz que nos guían hacia la plenitud de nuestro ser.
 
ACCIONES QUE DEMOSTRARÍAN LA FALSA ESPIRITUALIDAD MODERNA
Actividades que realizan las personas que viven el "spiritual bypassing":
1.    Se participa en actividades "espirituales" para conseguir un sentido de superioridad frente a otras personas.
2.    Se usa la espiritualidad como una justificación ante el fracaso de hacerse responsable de las acciones.
3.    Se adoptan nuevos hobbies, intereses y creencias porque están de moda.
4.    Fobia al enojo: Se juzga a otras personas por expresar enojo. El enojo es una emoción básica que ha promovido la supervivencia del ser humano.
5.    Se exagera el positivismo para evitar enfrentar los problemas en la vida y en el mundo.
6.    Exagerado desapego y anhedonia emocional: negar las emociones y reprimir el dolor.
7.    Énfasis desmedido en lo positivo: ignorar la realidad y negar la oscuridad.
8.    Compasión excesiva: confundir la compasión con la codependencia o el martirio.
9.    Límites débiles: permitir que otros abusen de nuestra bondad o vulnerabilidad.
10. Pobre inteligencia emocional: no comprender ni gestionar nuestras propias emociones.
Estas acciones demuestran una falsa espiritualidad que, en lugar de llevar al crecimiento y la trascendencia, promueve la evasión y el estancamiento emocional.
 
El camino de la verdadera espiritualidad es un viaje profundo y personal
La verdadera espiritualidad no se encuentra en modas pasajeras ni en clichés superficiales. Es un viaje interior, profundo y personal, que requiere:
·         Honestidad radical: afrontar nuestro dolor, traumas y necesidades con valentía.
·         Trabajo profundo: comprometernos con la introspección, la terapia y el desarrollo personal.
·         Maestros genuinos: buscar guías auténticos que nos acompañen en el camino.
·         Discernimiento: evitar caer en las trampas del "spiritual bypassing" y las sectas.
·         Compromiso: dedicar tiempo, esfuerzo y disciplina a la práctica espiritual.
·         La verdadera recompensa: paz profunda, conexión genuina y transformación real
 
En este camino, la Iglesia Católica ofrece:
·         Tradición milenaria: una rica fuente de sabiduría y prácticas espirituales.
·         Acompañamiento: sacerdotes, religiosos y laicos que pueden guiar y apoyar.
·         Sacramentos: canales de gracia divina que fortalecen el alma.
·         Discernimiento: ayuda para evitar desviaciones y encontrar la verdad.
La  verdadera espiritualidad no se trata de aparentar o escapar de la realidad. Se trata de un viaje interior que nos lleva a la profundidad de nuestro ser, a la conexión con Dios y al verdadero significado de la vida.
 
 
FRASES IMPORTANTES SOBRE LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD
·         "La verdadera espiritualidad radica en la conexión con lo divino más allá de las apariencias."
·         "En la verdadera espiritualidad, el amor y la compasión son la guía hacia la plenitud del ser."
·         "La verdadera espiritualidad trasciende las modas y las superficialidades, conduciéndonos a la esencia misma de nuestra existencia."
·         "La verdadera espiritualidad implica un viaje interior de autoconocimiento y transformación."
·         "En la verdadera espiritualidad, la humildad y la entrega son las llaves hacia la paz interior y la armonía con el universo."
·         "La verdadera espiritualidad nos invita a vivir en autenticidad, integridad y servicio hacia los demás."
·         "En la verdadera espiritualidad, encontramos la fuerza para superar los desafíos y la sabiduría para abrazar la vida con gratitud y aceptación."
·         "La verdadera espiritualidad nos guía hacia la verdad y el propósito más elevado de nuestra existencia."
·         "En la verdadera espiritualidad, hallamos la paz que trasciende el entendimiento humano y la alegría que proviene del encuentro con lo divino."
·         "La verdadera espiritualidad nos llama a vivir en paz y armonía con la creación, respetando y valorando toda forma de vida."
 
 
Reflexiones de un sacerdote católico
En un mundo seducido por las tendencias efímeras, la verdadera espiritualidad resplandece como luz eterna:
·         “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura.” (Mateo 6:33). La verdadera espiritualidad nos lleva a priorizar a Dios en nuestras vidas. No se trata de negar el mundo o de abandonar nuestras responsabilidades, sino de vivir con una perspectiva eterna, buscando siempre la voluntad de Dios en todo lo que hacemos. Es un llamado a la búsqueda de lo eterno sobre lo temporal.
·         Filipenses 4:8 nos exhorta: "Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay alguna virtud, y si algo digno de alabanza, en esto mediten".
·         La verdadera espiritualidad trasciende las modas, llevándonos a la esencia divina de nuestro ser. “El Reino de Dios no viene con ostentación, ni se dirá: ‘¡Aquí está!’ o ‘¡Allí está!’, porque el Reino de Dios está entre ustedes.” (Lucas 17:20-21). En un mundo plagado de ofertas de "espiritualidad instantánea", la Iglesia nos recuerda que la verdadera búsqueda de Dios es un camino interior, profundo y personal. No se trata de modas pasajeras ni de clichés superficiales, sino de un encuentro real con el Señor que transforma nuestro ser.
·         “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 7:21). La verdadera espiritualidad no se limita a palabras o ritos externos. Se manifiesta en una vida coherente con el Evangelio, en la práctica del amor, la justicia y la misericordia. Es un camino de conversión constante, de renuncia al pecado y de crecimiento en la santidad.
·         “Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.” (Mateo 5:3). La verdadera espiritualidad implica humildad y reconocimiento de nuestra propia necesidad de Dios. No se trata de aparentar ser perfectos o de acumular logros religiosos, sino de aceptar nuestra fragilidad y abrirnos a la gracia divina.
·         “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí no pueden hacer nada.” (Juan 15:5). La verdadera espiritualidad es un camino de unión con Dios. No podemos alcanzarla por nuestras propias fuerzas, sino que necesitamos permanecer unidos a Cristo mediante la oración, la Eucaristía y los demás sacramentos.
Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, nos guíe en este camino de búsqueda y transformación, para que podamos alcanzar la verdadera paz y la alegría que solo Dios puede dar.
 
NOTA: Lo importante es que encuentres tu propio camino y que explores lo que significa para ti la conexión con Dios o con la fuerza superior en la que crees.
SI TIENES DUDAS CONSULTA CON UN SACERDOTE.