SER TRANSPARENTE

SER TRANSPARENTE ES: 

• Aceptar nuestras debilidades y errores sin temor al juicio.

• Aceptar tus errores y aprender de ellos, en lugar de ocultarlos o culpar a otros.

• Actuar con integridad y ética en todas las situaciones.

• Como tener una ventana en tu alma.

• Compartir conocimientos, contribuyendo al bienestar de los demás sin reservas.

• Compartir tus emociones, permitiéndote conectar con los demás a un nivel más profundo y genuino.

• Construir relaciones auténticas, basadas en la confianza, la integridad, la honestidad y el respeto mutuo.

• Crear un ambiente de confianza en el que las personas se sientan cómodas para ser ellas mismas.

• Demostrar empatía, reconociendo las experiencias y sentimientos de los demás y respondiendo con comprensión.

• Demostrar valentía y humildad, enfrentando los desafíos de la vida sin esconderte detrás de máscaras.

• Expresar gratitud abiertamente, reconociendo las bondades y el apoyo que recibes de los demás.

• Fomentar la confianza, permitiendo que los demás vean tu verdadero ser y se sientan seguros de tu sinceridad.

• Fomentar la inclusión, siendo abierto a todas las personas sin discriminación ni prejuicios.

• Honrar tus compromisos, cumpliendo con tus responsabilidades y obligaciones de manera honesta.

• La mejor manera de ganarse la confianza de los demás.

• Mantener tus promesas y cumplir tu palabra, demostrando a los demás que pueden confiar en tus palabras y acciones.

• Practicar la autocrítica, reflexionando sobre tus acciones y buscando oportunidades de mejora.

• Promover la justicia, defendiendo la verdad y la equidad en todas tus interacciones.

• Reconocer tus límites, sabiendo cuándo pedir ayuda y cuándo decir que no sin sentir culpa.

• Respetar a los demás, mostrándoles la misma honestidad y claridad que esperas recibir.

• Respetar las diferencias y buscar el entendimiento mutuo.

• Ser claro en tus intenciones, para evitar confusiones y malentendidos en tus relaciones.

• Ser coherente en tus palabras y acciones, evitando hipocresías y duplicidades.

• Ser consciente de tus acciones, sabiendo cómo afectan a los demás y a tu entorno.

• Ser fiel a ti mismo, viviendo de acuerdo a tus principios y convicciones sin miedo a la desaprobación.

• Ser honesto y sincero en todo momento, incluso cuando es difícil.

• Ser humilde, aceptando tus errores y buscando el crecimiento personal y espiritual.

• Ser un agente de cambio, impulsando un mundo más honesto, compasivo y unido.

• Ser un ejemplo de verdad, inspirando a otros a vivir de forma genuina y sincera.

• Ser un ejemplo para los demás y demostrar que la transparencia es valiosa.

• Ser una luz en la oscuridad, guiando a otros hacia la verdad y la justicia.

• Vivir con autenticidad, integridad, coherencia, claridad y sencillez, evitando la confusión y manteniendo una vida coherente y auténtica.

¿Por qué es difícil ser transparente?

Creemos que ser transparente simplemente es ser sincero, no engañar a los otros, obrar sin doblez.

Pero ser transparente es mucho mas que eso:

• Es tener el valor de exponerse, de ser frágil, vulnerable, de decir lo que sentimos con respeto y sin intención de herir al otro. De mostrarnos tal como somos.
• Ser transparentes es desnudar el alma,  dejar caer las máscaras, bajar las armas, destruir las paredes que insistimos en construir. Decir más te quiero…, lo siento…, perdóname…, gracias...
• ¡Ser transparentes es permitir que florezca toda nuestra dulzura, nuestra sencillez, nuestro ser natural y espontáneo como el ser de los niños!

Sin embargo la mayoría no tomamos ese riesgo.

A veces preferimos la dureza de la razón, a la luminosidad que expone toda la fragilidad humana. Preferimos el nudo en la garganta, a las lágrimas que nacen  de lo más profundo de nuestro ser. Nos perdemos en la búsqueda loca de respuestas inmediatas, a simplemente rendirnos, admitir que no sabemos que tenemos miedo.

Construir máscaras que nos distancian de los demás y mantenemos una imagen que nos da la sensación de protección. Así nos ahogamos en palabras, en actitudes y en sentimientos falsos.

Con el pasar de los años, percibimos que ya no sabemos dar, ni pedir, lo más precioso que tenemos para compartir… dulzura…, comprensión…, compañía…

Sufrimos, nos sentimos solos y tristes, por no tener el valor de mostrarnos como verdaderamente somos a quienes más amamos.

Equivocadamente, aprendimos que es más fácil atacar, acusar, criticar y juzgar, que simplemente decir: “estamos hiriéndonos… ¡Paremos por favor!.

Aprendimos que eso “es ser débil, es ser tonto”, es ser menos que el otro, creemos que no podemos ser frágiles y vulnerables.

Ser transparentes es cierto que nos hace vulnerables porque nos expone demasiado, pero también nos hace seres más libres para aprender, crecer y trascender.

Permitámonos explotar toda nuestra dulzura, nuestra bondad, docilidad, mansedumbre, suavidad y ternura.

Consigamos naturalmente atraer alegría, disfrute, gozo, regocijo y desatar la risa.

Desenmascaremos nuestros miedos y no queramos parecer invencibles e inmunes al dolor.

Consigamos fluir siendo espontáneos y no controlando y compitiendo por aparentar.

Consigamos vivir mas libres de máscaras, como los niños… amemos y aceptemos nuestra fragilidad, nuestras partes luminosas y oscuras…

Expresemos con sinceridad nuestros sentimientos desde el corazón

Que nos inundemos de transparencia, claridad, nitidez, luminosidad… con todo el riesgo que esto significa… dejarnos conocer como somos, sin máscaras, sin apariencias.

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE: 

Ser transparente es vivir de acuerdo con la verdad y la luz de Cristo. Significa actuar con honestidad e integridad en todas nuestras acciones y relaciones. Como cristianos, estamos llamados a ser un reflejo de la luz divina, que ilumina las tinieblas y revela la verdad. 

Ser transparente es un camino de constante crecimiento personal, pues nos exige una mirada introspectiva y un compromiso con la verdad. Es un camino que nos acerca a Dios, fuente de toda transparencia, y nos permite construir un mundo más justo, compasivo y lleno de luz. En la transparencia encontramos la base de la confianza, ese pilar fundamental que sostiene las relaciones sólidas y duraderas. Es la llave que abre las puertas a la comunicación auténtica, donde las palabras fluyen sin filtros, permitiendo un entendimiento profundo y enriquecedor. 

La transparencia nos invita a ser humildes, reconociendo nuestras debilidades y buscando la gracia de Dios para enmendarnos. Es una virtud que fortalece nuestras relaciones, ya que fomenta la confianza y el respeto mutuo.

Pidamos al Señor que nos conceda la gracia de vivir con transparencia, para que, a través de nuestra vida, podamos ser testimonio de su amor y verdad.

Amén.