Confía
y cree que ese mal que hoy te parece una montaña, mañana será un simple grano
de arena.
Deja
ir, deja fluir, sé la arena que se escurre entre los dedos
y no los dedos que quieren apresar la arena.
Eres
un ser transeúnte o migratorio, estás de paso por este plano y disfrutas si
eres libre y a nada ni nadie te atas.
Tu desafío es vivir cada instante en atención, observando la
frescura de cada momento con serena alegría.
Con Dios en tu vida el flujo vital se vuelve
más espontáneo, más tranquilo y sin azares ni conflictos.
Consciente en el presente te sientes en unidad con la vida y con
todos los seres que habitan esta Tierra.
Elige
soltar continuamente y aceptar la realidad, sé consciente
de las continuas muertes que vives.
Todo
llega y se va porque nada es permanente.
Por eso
disfrutas de paz al soltar
y al aceptar sin pelear ni renegar.
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