Dentro de la mayoría de seres
humanos hay un niño herido, proveniente de los primeros años de vida, en donde
ocurrió algo llamado “evento interruptor” a través del cual se hizo una
determinación de vida que nos ha manejado hasta ahora. Todo esto
se puede liberar y solucionar a través de la Psicoterapia y el Yoga.
Todos los profesionales de la conducta saben
que dentro de mucha gente existe un niño herido que hay que sanarlo y ayudarlo
a mejorar sus relaciones interpersonales.
Durante nuestra niñez vivimos lo que se llama
la “continuidad cómoda” es decir éramos niños, provistos
de todo lo necesario para nuestra sobrevivencia (sí no; no estaríamos aquí) ,
hasta que un día ocurrió algo que marcó nuestra vida, que fue un
detonante, un antes y un después, a esto se le llama “evento interruptor”.
Normalmente
este evento interruptor está asociado a
emociones dolorosas como tristeza, enojo y/o miedo, de este evento se hace
una interpretación y a raíz de todo esto una determinación de vida.
Por ejemplo, una paciente, rubia de ojos
claros y guapa relata que ella tenía de niña un abuelo, que era el patriarca de
su familia, que no la aceptaba porque sus hermanos eran más blancos y rubios
que ella y el abuelo siempre se dirigía a ella ofensivamente diciéndole: “Quítate de aquí” “Negra” “india”,”fea”.
A todos
les llevaba regalos menos a ella, y claro que ella
siendo una niña resiente mucho el desprecio del abuelo e interpreta: Cómo yo soy una “negra”, “india”, “fea”, no
merezco nada, no merezco ser querida, respetada y ella crece y se casa con
alguien que no la respeta que no la ama, quien le es infiel y que incluso ella
lo tiene que mantener. Ella determina aguantar todo esto por la
interpretación: Soy una “Negra”, “india”, ”fea” que interpreta por el trato del
abuelo.
Una vez
localizado el evento interruptor y haciendo consciente la interpretación de
vida, así como las determinaciones tomadas a raíz de
todo esto y lo más importante liberando los sentimientos dolorosos se pudo
sanar al “niño herido” que muchos llevamos dentro.
Existen
dos técnicas muy efectivas para llevar a cabo la curación del niño herido, una es la psicoterapia Gestalt
ya que trabaja con las situaciones dolorosas de nuestra vida principalmente
liberando emociones y promueve la conciencia: el darse cuenta de lo que sucedió
en el allá y el entonces. Y
el Kundalini Yoga que trabaja el cuerpo, la mente, las emociones saneando todo
esto a través de la disciplina yóguica y combinando ambas disciplinas puede ser
curado.
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