El verdadero aprendizaje es el
que realmente transforma. Es vivencial.
Para empezar toma conciencia de
que la muerte forma parte de la vida y sólo estamos de paso en la Tierra.
Llegó el tiempo de abrir el corazón para
vibrar en el amor.
Debes tomar consciencia en concentrar lo
mejor de ti para lograr tus objetivos.
Debemos buscar el mensaje de Dios como punto
de apoyo y buscar la armonía entre nuestros actos y nuestro pensamiento para
que nuestra vida tenga sentido.
Anímate a sentir. La dimensión del corazón nos ofrece una mirada más pura.
El estar pendiente del “qué dirán” es un una
barrera social, la seguridad económica también es también una barrera, así como
lo son los mandatos familiares y los deseos. Todas estas barreras se nutren del
miedo como forma de control.
La puerta de salida es interna y la clave está en sentir para vibrar en el amor. Todo lo que hagamos desde el corazón es una
gota que lima los barrotes. Si la cárcel fuese un
vaso, poco a poco, con cada gota de amor, el agua se desborda y nos encontramos
fuera. ¿Cuál gota es más importante? Todas, porque si una falta el agua no se
derrama.
Lo mágico es que una vez que
estamos fuera ya no vemos a la mente como una cárcel, sino como un verdadero
trampolín que nos ayudó a dar el salto que transformó nuestra vida. Es ahí cuando abrazamos aquello que creíamos que era nuestra parte
oscura y logramos alinear la mente y el corazón. Cuando alguien nos trae una
carta, lo que vale es lo que están dentro del sobre, no la forma en que se
exprese o se vista el cartero. Sin embargo, nuestros filtros
mentales hacen que generalmente pongamos el foco de atención en el cartero.
Si vemos con el corazón, incluso aquel que
nos agrede nos está dando un buen mensaje. Nos está comunicando de
qué manera no tenemos que hacerlo porque causa sufrimiento. Todo tiene una enseñanza oculta, todo comunica. Está en nosotros
develar aquello que se nos quiere decir.
A medida que caminamos vamos descubriendo
otras perspectivas.
Nuestra educación nos ha enseñado más a pensar
que a sentir y a percibir el sentir como algo irracional, a veces
autodestructivo. ¿Cómo armonizar el pensar y el sentir en nuestra vida
cotidiana?. Hay muchas cosas que sólo el corazón es capaz de contemplar. Cuando abramos nuestro corazón para sentir, la armonización se irá
dando de manera natural, dado que nuestra vida cotidiana se desarrollará de
manera coherente con nuestra esencia.
Nadie llora por la semilla cuando se transforma
en árbol, ni por el gusano cuando resurge en mariposa. La vida fluye como una
interminable sucesión de misteriosas transformaciones. ¿Te sientes oruga o
mariposa? Anímate a volar.
Hay tres grandes maestros en nuestra vida:
1 El maestro “No Sé”
2 El maestro “No Puedo”
3 El maestro “No Me Animo”.
No los culpes, vinieron para ayudarte. Las limitaciones tienen la virtud
de impulsarnos hacia aquello que nunca creímos que sería posible
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