A mí de pequeña me dijeron que:
-El bien siempre triunfa sobre el mal “sé buena niña”, pero es mentira.
-Que
el amor es para siempre, pero también es mentira.
-Que tengo que sacrificar el hoy para recoger mañana, que
sólo con el esfuerzo del hoy sería feliz mañana, y es mentira.
-Que
es malo tratar con desconocidos y mucho más si son de otras razas o culturas, y
es mentira.
-Que
los hombres son todos iguales, pero es mentira.
-Que yo tenía que buscar mi propia felicidad, que la
única que podría hacerlo era yo.
-Que la justicia no existe y que no somos todos iguales.
-Que
el amor hacia mí misma era más importante que el amor hacia los demás.
-Que antes que el respeto a las normas está el respeto a
mí misma y si las normas no me respetan como individuo, si pasan por encima de
mí dignidad no debo respetarlas.
-Que
no hay nada seguro, que unas veces sería feliz y otras no, porque la vida es
como la tierra: hay valles y cumbres.
-Que habría gente que me haría daño y seguramente yo también
haría daño a alguien.
Me dijeron mentiras y no me dijeron la verdad. No me
dijeron de qué va la vida, tal vez por no hacerme daño, o porque muchas cosas
ni ellos mismos las sabían, pero me hubiera gustado mucho que lo hicieran, me
hubiera gustado crecer con la verdad, mirar con los ojos abiertos y ver.
- Me enseñaron a sumar y a restar, a obedecer y a callar,
pero no me enseñaron a pensar.
-Me
enseñaron que cuando los mayores hablan los niños se callan, a tener miedo y
ser sumisa.
-Me enseñaron todas las cosas que eran feas en mí y debía
mejorar, pero no me enseñaron a buscar lo bueno y potenciarlo.
-Me enseñaron los “debería” y no los "me gustaría”.
- No me enseñaron a pensar por mí misma ni a tener mi
propia voz, y que esa voz tenía derecho a ser escuchada.
- No me enseñaron a a saber decir no.
- No me enseñaron a a reclamar mis derechos.
- No me enseñaron a a exigir un salario justo.
-No
me enseñaron a ser valiente.
Así que tuve que
aprender:
-Que la maldad muchas veces se queda impune, que los
hombres matan, humillan y maltratan en el nombre de la justicia y muchas veces
en el de Dios.
-Que el amor no dura para siempre pero que eso no le
resta hermosura, que tal vez el que sea efímero, el no saber cuanto durará, lo
hace aún más valioso.
-Que
nadie cuida y protege a cada ser humano porque hay guerras y hay muertes,
porque cuando países enteros mueren de hambre nadie hace nada.
-Que Dios existe dentro de mi,
que la bondad es la mía, si la tengo, y el amor también, que la encargada de
cuidarme y protegerme soy yo.
-Que el sexo es parte de mi naturaleza como ser humano y
no tengo que renunciar a él, que es bello y gratificante, que me siento más
plena cuando lo hago, más mujer, que me hace disfrutar y ser feliz.
-Que por encima de todo está el amor por mí misma, que
ser egoísta es bueno porque cuanto mejor me siento más puedo dar a los demás.
-Que
el mañana no existe y mi verdadera tarea en el mundo es ser feliz, hoy y ahora.
-Que relacionarse con los demás me aporta ideas nuevas
que me nutren, que aprender de otras razas y de otras culturas hace que yo sea
más flexible, más tolerante, mas abierta al mundo.
-Que
no hay que temer a lo desconocido sólo por ser desconocido sino todo lo
contrario, hacer que lo desconocido sea conocido.
-Que si busco todo lo bueno que hay dentro de mí y lo
potencio serán mis armas para luchar.
-Que se sufre y se goza y de eso va la vida.
-Que
tengo que reclamar mis derechos sin miedo, aprender a exigir.
-Que a veces decir no es necesario.
¿Y A TI QUÉ TE ENSEÑARON?
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