El invento de la rueda se dio unos
cinco mil años antes de Cristo en la zona de Mesopotamia.
Primero
se empleó en las necesarias labores de alfarería y más tarde en el transporte.
Hacer fuego y la rueda son vistos como
dos de los inventos más valiosos en el devenir humano.
Serás
más optimista y confiado si cada día eliges un invento, lees sobre él y lo
agradeces.
La
rueda nos sirve acá y acullá, en un pequeño reloj y en la gigantesca maquinaria
de un barco colosal.
Lo que necesitamos es ojos de asombro,
ojos de niño, para apreciar tantas maravillas y agradecerlas.
Dar gracias es una de las mejores cosas
que puedes hacer para mantener viva la esperanza.
Dar gracias sin cesar te llena de
alegría y te
recuerda que en el mundo de Dios abundan las cosas buenas.
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