¿QUÉ DECIR A UN SER QUERIDO EN SUS ÚLTIMOS MOMENTOS?: PALABRAS QUE SON UN BÁLSAMO PARA EL ALMA Y QUE RECONFORTAN EN EL DUELO.

 

¿QUÉ PALABRAS LES GUSTARÍA ESCUCHAR A LOS MORIBUNDOS?

Esta es una pregunta muy profunda y conmovedora, y la respuesta puede variar mucho de una persona a otra. Sin embargo, hay algunas palabras y gestos que, por lo general, brindan consuelo y apoyo a quienes se encuentran al final de su vida:

·         Dios está contigo: Asegurar la presencia divina.

·         Dios te ama: La fe y la espiritualidad pueden ser fuente de consuelo en este momento.

·         El cielo te espera: Hablar sobre la vida después de la muerte.

·         El dolor se irá pronto: Asegurarles que el sufrimiento terminará.

·         Eres amado por muchos: Asegurarles que son queridos por muchas personas.

·         Eres fuerte y valiente: Reconocer su fortaleza.

·         Eres muy importante para mí: Asegurarles su significado en tu vida.

·         Está bien dejar ir: Darles permiso para dejar de luchar.

·         Estamos todos aquí contigo: Asegurarles que no están solos.

·         Estaremos bien: Asegurarles que sus seres queridos estarán cuidados.

·         Estás en las manos de Dios: Asegurarles su protección divina.

·         Estás en paz: Ayudar a encontrar paz, armonía y aceptación en este momento es crucial.

·         Estás rodeado de amor: Recordarles la presencia de amor a su alrededor.

·         Estoy aquí contigo: La presencia física y emocional es invaluable.

·         Estoy aquí para ti: La presencia física y emocional es fundamental en este momento.

·         Gracias por perdonarme: Expresar gratitud por su perdón.

·         Gracias por todo lo que has hecho: Expresar gratitud por su impacto en tu vida.

·         Has dejado una huella imborrable en nuestras vidas: Reconocer su impacto duradero.

·         Has sido una bendición en mi vida: Resaltar su impacto positivo.

·         Has vivido una buena vida: Validar el valor de su existencia.

·         Has vivido una vida plena e importante: Reconocer su vida y logros.

·         Hiciste del mundo un lugar mejor: Reconocer su contribución al mundo.

·         La promesa de la vida eterna: Recordar a la persona que la muerte no es el fin, sino una transición hacia una vida más plena junto a Dios. Frases como "Irás a la casa del Padre", "Estarás en paz", o "Te volverás a encontrar con tus seres queridos" pueden ofrecer un gran consuelo.

·         Lamento no haber dicho esto antes: Abordar cualquier cosa no dicha.

·         Me has enseñado tanto: Reconocer su sabiduría y enseñanzas.

·         No estás solo: Asegurarles que estás a su lado.

·         No guardo rencor: Asegurar que no hay resentimientos.

·         No te preocupes por nosotros: Asegurarles que los seres queridos estarán bien.

·         No tengas miedo: Ayudar a calmar sus miedos y ansiedades es esencial.

·         Nos despedimos con amor y gratitud: Despedirse de manera positiva y amorosa.

·         Nos encontraremos de nuevo en un lugar mejor: Prometer un reencuentro.

·         Nos volveremos a ver: Hablar de una creencia en la vida después de la muerte.

·         Nuestra relación ha sido importante para mí: Reconocer la importancia de su vínculo.

·         Perdóname: Pedir perdón por cualquier malentendido o error.

·         Puedes dejar que tu espíritu se eleve: Darles permiso para partir.

·         Puedes descansar ahora: Darles permiso para dejar ir y descansar.

·         Puedes descansar sabiendo que has hecho lo mejor: Validar sus esfuerzos y logros.

·         Puedes irte cuando estés listo: Darles permiso para partir en paz.

·         Recuerdos compartidos: Rememorar momentos felices juntos.

·         Rezo por tu paz: Ofrecer oraciones y deseos de tranquilidad.

·         Siempre te llevaré en mi corazón: Asegurar que su memoria vivirá contigo.

·         Siempre te llevaremos en nuestros corazones: Asegurarles que su memoria perdurará.

·         Te amo: Expresar amor y cariño puede ser muy reconfortante.

·         Te perdono: Ofrecer perdón si es necesario.

·         Te perdono y "¿Me perdonas?": Ofrecer y pedir perdón puede traer paz.

·         Te quiero: Un simple pero poderoso mensaje de amor.

·         Te recordaré siempre: Asegurarles que su memoria perdurará.

·         Te recordaremos: Asegurarles que su legado y memoria perdurarán puede ser tranquilizador.

·         Todo está bajo control: Tranquilizar sobre el bienestar de aquellos que dejan atrás.

·         Todo está bien: Tranquilizar sobre el estado de las cosas.

·         Todos estamos aquí para ti: Asegurarles que están rodeados por seres queridos.

·         Tu amor y bondad seguirán vivos en nosotros: Asegurar que sus valores y amor continúan.

·         Tu espíritu siempre estará con nosotros: Recordarles su presencia continua en espíritu.

·         Tu legado vivirá en tus hijos/nietos: Asegurarles que su influencia continuará.

·         Tu vida ha sido una inspiración: Resaltar la inspiración que han sido.

·         Tu vida ha tenido sentido: Reconocer su impacto positivo en el mundo.

·         Tu vida tuvo propósito: Recordar sus logros y contribuciones puede ser reconfortante.

·         Vas a estar en un lugar mejor: La esperanza de una vida después de la muerte puede ser consoladora.

 

¿Que ocurre al enfermo terminal?

·         Conexión Espiritual: Pueden buscar consuelo en la fe o la espiritualidad, sintiendo una conexión más profunda con lo trascendental.

·         Control del Dolor y Síntomas: Los equipos de cuidados paliativos trabajan para aliviar el dolor y otros síntomas para mejorar la calidad de vida en los últimos días.

·         Depresión: Sentimientos de tristeza y desesperanza pueden ser comunes.

·         Deseo de Estar con Seres Queridos: Pueden buscar la compañía y el apoyo de familiares y amigos cercanos.

·         El perdón y la reconciliación: Animar a la persona a perdonar y a pedir perdón, liberándose así de cualquier carga emocional.

·         Fatiga Extrema: Sentirse muy cansado y débil es común.

·         La esperanza: Transmitir un mensaje de esperanza, recordando que la fe nos da la certeza de la vida eterna.

·         La gratitud por la vida: Reconocer y valorar los momentos felices y las experiencias vividas.

·         La presencia de Dios: Recordar que Dios siempre está presente, acompañando y consolando en los momentos de dolor y sufrimiento.

·         Lo siento: Pedir perdón o disculparse por cualquier conflicto pasado puede ser liberador.

·         Necesidad de Despedirse: Sentir la necesidad de decir adiós y cerrar capítulos importantes.

·         Palabras de sus creencias espirituales: Si son religiosos, versículos o oraciones pueden ser consoladores.

·         Pérdida de Apetito: El interés en la comida y bebida disminuye.

·         Reconciliación: Pueden desear reconciliarse con familiares o amigos con los que tuvieron conflictos.

·         Reflexión y Arrepentimiento: Pueden reflexionar sobre su vida y sentir arrepentimiento por cosas no realizadas o decisiones tomadas.

·         Sensaciones y Percepciones: Algunos pueden tener experiencias sensoriales intensificadas o alucinaciones.

·         Sentido y Propósito: Pueden buscar sentido y propósito en sus vidas y encontrar consuelo en creencias espirituales o religiosas.

·         Somnolencia y Confusión: Pueden dormir más y experimentar confusión o desorientación.

·         Tranquilidad y Aceptación: Algunas personas alcanzan un estado de paz y aceptación sobre su situación.

 

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE

En estos instantes, hablar con el corazón es lo más sagrado: En el umbral de la muerte, las palabras que más consuelo brindan son aquellas que reflejan amor y paz. Decir "Te amo y siempre estaré contigo" puede calmar el corazón ansioso. Expresar gratitud por su vida y el impacto que han tenido en nosotros, como "Tu vida ha sido un regalo", les recuerda su valor. También es importante validar sus sentimientos: "Está bien sentir miedo; no estás solo en esto." Finalmente, ofrecer esperanza con frases como "Hay un lugar de paz esperándote" puede iluminar su camino hacia la eternidad. Acompañemos con fe y amor en este viaje sagrado.

Recordemos que Jesús nos enseñó que las palabras tienen el poder de sanar y consolar. Como ministros del Señor, seamos portadores de esperanza y paz. Que nuestras palabras sean un bálsamo para las almas que se preparan para encontrarse con Dios. Amén.

La Iglesia nos enseña que la muerte no es el fin, sino una transición hacia la vida eterna. Acompañar a un moribundo es un privilegio, pues somos testigos de la grandeza del alma humana y de la fuerza de la fe.