La canción "Me Dediqué a Perderte" de
Alejandro Fernández toca un tema que muchos hemos vivido: el descuido en el
amor. Es tan fácil dar
por sentado que esa persona especial siempre va a estar ahí, pero la verdad es
que las relaciones necesitan ser nutridas constantemente. La rutina y el egoísmo nos
ciegan, y antes
de que nos demos cuenta, hemos perdido lo que más valorábamos.
La canción nos recuerda que es en los pequeños
detalles donde reside el verdadero amor. Las sonrisas que dejamos de notar, las palabras que dejamos de
decir, y los momentos que, una vez perdidos, no podemos recuperar. Perder
a alguien no ocurre de la noche a la mañana; es algo que vamos construyendo con nuestras ausencias y
silencios.
Es un llamado de atención, un recordatorio de que
en el amor no podemos darnos el lujo de postergar lo importante. Porque al
final, el precio de
descuidar es el más alto que podemos pagar: perder para siempre a quien más
amamos. Así que, antes de que sea demasiado tarde, valoremos lo que tenemos y no dejemos
que la rutina o el orgullo se interpongan en nuestras relaciones.
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