Sentirse
bien con uno mismo es garantía de mantener un bienestar físico y emocional.
Así lo explican expertos del focusing o
'enfoque corporal', técnica que consiste en concentrarse para encontrar una buena sensación con el
cuerpo, que por lo general se afecta con lo que nos pasa.
En palabras del psicoterapeuta Reyes Ollero,
de la Asociación Conciencia, "el focusing es una forma de acceder
directamente a la sabiduría del cuerpo y poder interactuar con ella para sentirse mejor, resolver
conflictos y afrontar distintos retos vitales".
Este
proceso consta de seis pasos: despejar un espacio, formar la sensación sentida,
encontrar un asidero, resonar, preguntar y recibir.
"Se trata de sentirse a gusto con uno mismo. Cuando
hay una guerra con el cuerpo la vida se convierte en un campo de batalla. En
cambio, si se mantiene una
relación amistosa y de complicidad, se experimentará el gozo de estar vivo".
Esta técnica es un ejercicio de curación
emocional, centrada en las sensaciones corporales. La mayor parte del tiempo inflingimos a nuestro
cuerpo una severa disciplina y persistimos en ella hasta que el cuerpo nos dice
a su manera: '¡basta!', cayendo enfermo. Llegados a este caso, nos vemos
obligados a cuidarlo para volver a ponerlo en pie lo más pronto posible".
Por
ello, propone una serie de sencillos ejercicios centrados en el cuerpo como
fuente de placer y destinados a conocerse mejor a uno mismo, a escuchar los
mensajes del cuerpo, confiar en su sensibilidad y sentirse más a gusto con este. Así, dice, se gana alegría, ganas de vivir y se saborea la sensación
de ser verdaderamente uno mismo. Estos son seis ejercicios muy prácticos.
1.
Un buen baño en casa
Para
iniciar o terminar el día, nada mejor que un baño relajante que puede ser en casa o en la piscina, en el mar, en un lago o en un
río. La persona debe introducirse lentamente en el agua, sintiendo como esta se
amolda al cuerpo.
2.
Gusto en su paladar
¿Por
qué no concederse un placer al día como mínimo? Puede ser,
por ejemplo, un alimento que se
debe degustar lentamente para que se funda en la boca, llene las fosas
nasales y se sienta por el
cuerpo como un delicioso néctar.
3.
En un espacio natural
Busque
un tiempo para descansar en la hierba, tanto si está
fresca o verde, seca y un poco áspera, o musgosa y blanda. La experiencia de andar descalzo, apoyarse en el
suelo, rodar o acostarse, puede resucitar placeres de la infancia.
4.
Bailar, para el ánimo
A nuestro cuerpo le encanta moverse rítmicamente, siguiendo una
cadencia. La música tiene
algo de sensual y nos activa. Hay que descubrir ese instante en que nos
sentimos embargados por ella y dejar que nuestro cuerpo se libere.
5.
Solo o con sus amigos
Aprenda a disfrutar de los momentos en que
está solo. Aprovéchelos para proyectarse, pensar en sus planes o darse un
gusto. Por el contrario, cuando
esté con sus amigos comparta con ellos y no se aleje por estar concentrado en
el trabajo.
6.
Un rato bajo las sábanas
Métase
entre las sábanas y cúbrase. Luego, póngase en posición
fetal. Respire lentamente,
centre su atención en su postura y respiración. Quédese así tanto como
desee y si quiere, chúpese el pulgar, apriete un peluche o acúnese.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios