Sin
dudas, las mujeres siempre están en la búsqueda del hombre de sus vidas. Aquél
que les colme el espíritu y enriquezca el alma. Pero, por sobre todo, con el
que puedan ser felices y crecer espiritual y personalmente. Se fantasea con él
una y mil veces, aunque nunca se sabe cuándo llegará ese encuentro tan
esperado. En esta nota, las mujeres podrán conocer cómo es el hombre que
buscan, cuáles son las claves que les permitirán llevar adelante una relación armónica,
y todos los mitos amorosos que se deberían desterrar por completo, para vivir
un amor inteligente y espiritual.
Las ilusiones respecto del hombre que cada mujer
persigue en esta vida, revelan su estado interior. La forma de armar el combo
“perfecto”, es en realidad un autorretrato. En verdad, dice más de ellas mismas
que de la persona con la que sueñan. ¿Se animan a saber quiénes son y qué les
falta?
Comprometerse
a algo superior
La clave
fundamental para el buen funcionamiento de cualquier pareja es que ambos puedan
unirse para ayudarse a evolucionar. El secreto es sin dudas,
encontrar a aquella persona que
le permita a cada mujer crecer física, mental y espiritualmente. Y así,
el resultado satisfactorio, estará garantizado.
¿Qué es
exactamente lo que se cree acerca del hombre “ideal”?
Para la psicóloga Beatriz Goldberg, autora del
libro “Mujeres en cambio”, hay muchas definiciones que hablan acerca de lo que
las mujeres esperan del hombre de sus vidas. Y si bien existen algunas que se
mantienen a lo largo de los años, no por eso están en lo cierto.
Se debe tener en cuenta que pensar que se
encontrará al hombre “perfecto”, es pura fantasía. ¿Por qué? Porque tal como
asegura la especialista, en la vida no se puede tener todo, y un hombre ideal
es un hombre-todo.
Creencias
erróneas más comunes sobre el hombre ideal
Es
el que tiene exactamente las características ideales, aquél que vemos en
nuestras fantasías.
Es
el que el destino nos tiene reservado, pero no podemos descubrir.
Es
el que eligió a nuestra amiga en lugar de elegirnos a nosotras.
Es
el que nunca nos dio ni la hora, a pesar de que estábamos absolutamente seguras
que era el hombre ideal para nosotras.
Es
el que, en este preciso instante, está solo en su cama, soñando con la mujer ideal.
Es
el que se acuerda de los aniversarios y no le da vergüenza comprarnos flores.
Es
el que es a la vez sensible y de mucho carácter.
Es
el que es a la vez delicado pero superviril.
Es
el que es dulce pero recio. El que nos hace reír y llorar.
Es
el que tiene los modales de un intelectual y el sexo desenfrenado de un
campesino rústico.
¿Príncipe
azul?
Si bien se sabe que los príncipes azules no
existen, muchas veces se sigue esperando por ellos. Pero en el fondo, se conoce
que esto no sucederá. ¿Por qué? Porque nunca nadie conseguirá reunir todos los
atributos que cada mujer desea.
Y esto no significa que haya que descartar
aquellos anhelos o pensamientos forjados acerca del hombre que se añora; pero
solo esperar lo que se quiere de un “otro”, lo único que puede hacer es
conducir al género femenino a la decepción. ¿La clave? El hombre “ideal”, puede
existir en la medida que se comience a buscar la versión de pareja que sea más
acorde a los gustos, expectativas de vida, proyectos e ideales de cada mujer. Y
eso se logra, cuando nos conocemos a fondo.
El error
más común: idealizar al otro
El
otro, no debe ser una persona demasiado idealizada, sino amada en todo su ser
con sus carencias y defectos.
¿Por
qué no conviene idealizar? Porque de esta forma, se hace muy difícil encontrar
una pareja con la que se pueda llevar una vida plena, satisfactoria y feliz.
Sólo se encontrará un compañero de camino si se deja de exigirle que se adecue
a idealizaciones imposibles.
Enriquecer el espíritu de a dos
9 claves
reales para saber cuándo se puede vivir con el otro un amor inteligente
Que
valore a la mujer que tenga al lado.
Que
respete sus tiempos, actividades y proyectos personales y/o profesionales.
Que
sea un hombre atento a sus cambios y la apoye en las dificultades.
Que
ayude en las tareas de ser madre y comparta activamente las responsabilidades
de la casa y de la crianza de los hijos, sin olvidarse las que le corresponden
como padre de familia.
Que
pueda dar lo que se le pide, porque no se le exige lo que no puede ofrecer.
Que
permita disentir con sus pensamientos, y la pareja pueda entender que no se
amarán más por pensar siempre igual.
El
amor no es apego ni sumisión. Por lo tanto, el compañero debe entender que la
pareja es un intercambio recíproco de afecto que aumenta la autoestima y
calidad de vida de cada uno.
Tener
siempre presente que una relación sana y feliz, permite al mismo tiempo ser
libres, no impone normas y sabe atravesar las crisis y momentos difíciles.
Frases
“ideales” del amor que hay que desterrar
El
amor llena todos los vacíos.
Ya
encontraré mi media naranja, mi príncipe azul o alma gemela.
Si
me desea, me amará como sea.
Sólo
basta con estar juntos (En realidad, ¡importa el cómo estamos juntos!).
Amar
es no tener que pedir perdón nunca.
Si
de verdad me quiere, hará todo lo que yo desee.
Si
de verdad quiere estar conmigo, cambiará.
No
necesito expresarle mis sentimientos, él sólo debe entenderlos.
Si
me ama, jamás querrá separarse de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios